Deberes del esposo 2

Enseñanza: Nº 6b


1) RESPONSABILIDADES DEL ESPOSO

El marido debe representar a Jesús en el hogar.


a) Amar a su esposa

Textos bíblicos:

Efesios 5:25-33. "Maridos, amad a vuestras muje¬res como Cristo amó a la iglesia y se entregó a si mismo por ella,”

Colosenses 3:19. "maridos, amad a vuestras mujeres y no seáis ásperos con ellas."

• La primera responsabilidad del esposo es amar su mujer. El esposo es la imagen de Dios en el hogar y por sobre todas las cosas Dios es amor.

• La palabra no se refiere en este caso al amor “Eros”, sino al amor “Ágape”, amor sacrificial, amor de Dios. Por eso la medida de amor del esposo, debe ser la de Cristo por la iglesia.


Cristo expresó su amor por la iglesia de dos formas:

1) Murió por ella: Se entregó a si mismo (Efesios 5:25). Esto significa una entrega constante del esposo en tiempo, esfuerzo y vida en favor de la esposa, amándola hasta morir a los propios intereses, renunciando a todo a fin de que la esposa sea salvada y santificada. Significa dar la vida.

2) Expresó su amor en obras: Esto implica obrar sacrificialmente, a fin de salvar, purificar, sustentar y cuidar a la esposa por medio del servicio y la dedicación.

Juan 15:13. "Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos".

El amar a la esposa implica también un trato tierno, amoroso y delicado, ser amable, cariñoso y sensible (no ásperos).

En esta área, cada esposo debe procurar encarnar a Cristo en el hogar, imitándolo y amando con su amor.


b) Establecer el gobierno de Cristo (Génesis 1:28; 2:15; Efesios 5:22-23; 1ª Corintios 7:13)

• El marido es el responsable de establecer el Reino de Dios en su hogar.

• Su función de gobierno consiste en lograr que la voluntad de Dios se lleve a cabo en su casa.


Gobernar implica:


Establecer funciones de cada uno. Planificar. Administrar. Legislar. Ejecutar. Juzgar. Educar. Proteger. Disciplinar. Delegar responsabilidades.

Áreas de gobierno

1) Proveer la casa y mantenerla en condiciones.

2) Administración, economía y finanzas.

3) Fructificar, tener hijos, hacer familia.

4) Crianza, educación y formación de los hijos, lo que implica velar por la salud, higiene, formación física, psíquica y espiritual de cada miembro de la¬ familia cuidarlos y sostenerlos.

5) Ser el sacerdote y conductor espiritual.

6) Ser el profeta exponente de la voluntad de Dios.

Dice la palabra de Dios en Génesis 1:28 que el hombre debe señorear...en toda la tierra debe di¬rigir y hacer funcionar todo bien.


¿Cómo es y cómo se logra el liderazgo para gobernar?


1) Es ganado y merecido, no da resultado imponerse o exigir sumisión.

2) No se puede gobernar sobre aquellos que no quieren ser gobernados.

3) Hay importantes diferencias entre liderazgo y dominación:

• El liderazgo, desarrolla y lleva adelante a otros.
• La dominación, por el contrario, retarda el desarrollo de otros.

Meta del liderazgo: “Dejar para la próxima generación, un marco mejor que el que recibimos en la nuestra”.

4) El liderazgo es progresivo. Debemos aprender a gobernar, comenzando por el primer círculo de responsabilidad; el personal.

 Sobre mi espíritu. (Proverbios 16:32)
 Sobre mi alma. Mente emociones y voluntad. (Mateo 6:10)
 Sobre mi cuerpo. (1ª Corintios 6:19-20; 9:26-27)
 Sobre mi familia.

Uno de los requisitos para cuidar de la iglesia, es primeramente gobernar bien nuestro propio hogar. (1ª Timoteo 3:4-5)

Esto no es fácil y nadie lo va a lograr sin descubrir sus propias fallas y corregirse a si mismo.

La familia es el marco donde el hombre aprende a gobernar, para después ir haciéndolo en otros campos, tales como la iglesia, el mundo y los lugares celestiales.


Gobernando en la familia

Debemos ser hombres de “acero y terciopelo”

• Por dentro: Acero; firmeza.
• Por fuera: Terciopelo; amor y bondad.


Algunas claves para tener en cuenta

1) Asegurarse del respaldo de Dios: Todo gobierno necesita respaldo. En el reino de Dios el respaldo necesario viene de Cristo.

a) Por medio de una vida agradable a Dios, siendo obedientes.

b) Dando prioridad a lo espiritual. Haciendo de la vida una continua consulta a Dios; y desarrollando sensibilidad a la guía del Espíritu Santo. (Romanos 8:14)

c) Ejerciendo fe en toda circunstancia. “Sin fe es imposible agradar a Dios” (Hebreos 11:6)

d) Manteniéndonos libres de pecado, por medio del arrepentimiento.


2) Guardar integridad moral y espiritual: “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida”. (Proverbios 4:23). Debemos tener siempre la conciencia limpia; con una conciencia sucia se pierde toda dignidad. Debemos tener una estima cabal de nosotros mismos, conociendo nuestras capacidades y debilidades. Sin subestimarnos o sobreestimarnos. “Cada uno piense de si con cordura.” (Romanos 12:3) Dios quiere que seamos INTEGROS.

3) Como marido-padre aceptar la responsabilidad: Hay que asumir la responsabilidad y conducir. Observar e interesarse en todas las áreas de la casa. A¬sumir la responsabilidad de los hechos y no culpar a otros por los problemas. Confesar los errores.

4) Ejercer fe y orar por la familia: Ejercer el sacerdocio cada día, orando y bendiciendo a los hijos y a la esposa.

5) Guardar la unidad de la familia: Enseñar a los hijos a complementarse y no permitir que se peleen en¬tre sí, y se guarden rencor. No permitir que los hi¬jos sean contestadores a los padres o que falten el respeto. Felicitar y animar a los hijos en sus logros.

6) Ocuparse de la administración de la casa: Para e¬llo hay que planear, informarse, interesarse, y ser or¬denados.

7) Determinar metas y orientar a los hijos.

a) Establecer metas.
b) Medios para lograrlas.
a) Trabajo y esfuerzo.

8) Asegurar el crecimiento de la esposa: No dejarla entre platos y pañales. Ayudarla y discipularla, fi¬jando día y hora para ella. Ser compañero, ir juntos a pasear y compartir la gracia de la vida.

Debemos recordar que el Señor ha capacitado plenamente al varón para gober¬nar y conducir, por lo tanto cada hombre debe tomar conciencia e interesarse por su responsabilidad.

La acción comienza con el pensamiento. Continúa meditando en estas cosas y luego orando por ellas, y finalmente hay que ejecutarlas confiando en el Señor.

Para esta tarea es vital que cada hombre tenga bien presente las CARACTERISTICAS DEL COMPORTAMIENTO MASCULINO y se revista de ellas. (“Deberes del Esposo 1”).



2) EL HOMBRE DEBE ESTABLECER LA PRESENCIA DE CRISTO EN EL HOGAR

• El marido es el primer responsable de establecer la presencia de Jesús en el hogar, de andar en el espíritu, de estar siempre gozosos, de dar gracias siempre por todo al Dios y Padre. Flu¬ir con amor, gozo, paz. El varón debe ser ejemplo del Señor.

• Cristo es la imagen de Dios. El varón es imagen y presencia de Cristo.

• En este sentido el varón es el SACERDOTE de la familia ante Dios para bendecir, interceder, animar, liberar, aconsejar, ministrar, ejercer fe, cubrir, amar, sanar,...

• También el varón es el PROFETA de Dios para su familia. En este aspecto tiene la responsabilidad de edificar en la fe de Jesús, a su esposa e hijos.


Para cumplir esta función se necesitan cuatro cosas:

1. Ser ejemplo en todo.

2. Programar el tiempo. Para ocuparse de la enseñanza de la familia, estudiar juntos, orar y ser constantes en ello. Inculcar fe, verdad, kerigma. Animar y enseñar. El esposo no debe delegar esta responsabilidad a ninguna otra persona o institución.

3. Santificar a la esposa. La mujer es mas débil, y si no está cubierta por su marido, es proclive a los ataques y fácilmente engañada por el Diablo. Necesita pues la cobertura de su esposo median¬te la oración y la ministración del Espíritu Santo; asistiendo en el temor, desaliento o nerviosismo. “Lavando continuamente a la esposa por la Palabra”.

4. Dar lugar al Espíritu Santo, para que gobier¬ne la vida familiar.

Esto implica:

a) Estar conscientes de la presencia de Cristo en el hogar. (Mateo 18:20) "Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”.

b) Tanto el esposo como la esposa deben cu¬ltivar la guía del Espíritu Santo de tal modo que puedan andar en el espíritu las 24 Hs del día, no dando lugar a la carne. Debemos establecer y mantener relaciones en el espíritu.

c) No contristar ni apagar el Espíritu. Proc¬urando siempre avivar la presencia del Espíritu Santo en la familia, mediante la obediencia, oración, fe en la palabra y tiempo de ayunos familiares.

d) Establecer el culto familiar. Establecer un día y hora para adorar, alabar, confesar e invo¬car la presencia de Dios para rendirle cul¬to. El varón debe guiar a su familia hacia el “Trono de Gracia”.


CONCLUSIÓN:

Podernos resumir los deberes del esposo afirmando que sus funciones son:

AMAR - GOBERNAR - PASTOREAR.

Ante este desafío, no estamos solos, sino que contamos con la gracia de Dios y la obra del Espíritu Santo.

Pablo nos exhortó diciendo: “Velad, estad firmes en la fe, portaos varonilmente y esforzaos.” (1ª Corintios 16:13)