El pacto matrimonial

Enseñanza Nº 3


Introducción
Hemos señalado que la familia según Dios la diseñó, es el núcleo básico de la sociedad. Y el origen y base de la familia lo constituye el MATRIMONIO.

Marcos 10:7-9: “dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno. Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”.


Consideraciones elementales que surgen de esta “ley creacional”:

• La Biblia enseña que el matrimonio es monogámico; es la unión entre un hombre y una mu¬jer. Son dos que llegan a ser uno.

• El matrimonio entonces es una unidad total, son hechos "una sola carne". Ello abarca todos los aspectos de la vida del hombre y de la mujer; u¬nidad física, sexual, económica, afectiva, espiritual, etc.


1) EL MATRIMONIO FUE INSTITUIDO POR DIOS

a) El matrimonio no fue instituido por una ley humana, ni ideado por alguna civilización. El matrimonio tal cual Dios lo estableció antecede a toda cultura, tradición, pueblo o nación, es una institución divina. Por lo tanto, es Dios quien establece las leyes y principios que deben regirlo.

b) El matrimonio no es una “sociedad” entre dos partes, donde cada parte establece sus condiciones. Por ser el matrimonio una institución divina, es Dios quien establece las condiciones, debido a esto, entonces, ni el hombre; ni la mu¬jer, ni aún ambos, ni otras personas o culturas están facultados por Dios para hacerlo. Todo aquel que quiere casarse, debe aceptar las condiciones que Dios ha establecido para el matrimonio.

c) Dios es amor. Él es infinitamente sabio y las leyes y condicio¬nes que ha establecido para el matrimonio son para nuestro bien y el bien permanente de toda la humanidad.

3) LOS TRES ELEMENTOS QUE CONSTITUYEN UN MATRIMONIO INSTITUIDO POR DIOS

• Pacto mutuo
• Testimonio ante la sociedad
• Unión sexual


a) Pacto mutuo: El casamiento tal cual Dios creo, es un pacto que se celebra entre el hombre y la mujer.

Malaquías 2:14: “Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto”.

• Pacto, en términos actuales, significa CONTRATO. Son dos volunta¬des que se comprometen formal y solemnemente a ser marido y mujer. Este pacto se concierta básicamente por la palabra empeñada al hacer los “votos matrimoniales”.


b) Testimonio ante la sociedad: “Dejará el hombre a su padre y a su madre”. Como el matrimonio es un estado civil, el pacto debe cele¬brarse ante la sociedad. Parientes, amigos y conocidos deben saber que este hombre en determinada fecha, se casa con esa mujer y que quedarán unidos en el “honroso estado de matrimonio”. Justamente el propósito de las participaciones es hacer público y notorio el casamiento. El pacto matrimonial no debe hacerse en secre¬to.


c) La unión sexual: “Y serán una sola carne”. Lo que definitivamente sella y da legitimidad al matrimonio, es la unión sexual de los que han hecho el pacto.

• El pacto ante la sociedad, siempre ha de ser previo a la unión física. Primero; “dejará el hombre padre y madre” y luego “se unirá a su mujer”. (Las relaciones sexuales previas al matrimonio, son fornicación, un pecado ante Dios).


3) LO QUE SOSTIENE AL MATRIMONIO NO ES EL AMOR SENTIMENTAL SINO LA VOLUNTAD COMPROMETIDA; EL PACTO.


a) EL amor sentimiental no es lo que sostiene al matrimonio:

• Existe en nuestros días, el concepto erróneo y muy generalizado de que el amor sentimental, constituye la base del matrimonio. Esto se debe a la influencia del romanticismo de los siglos pasados y del erotismo de nuestro siglo.

• Desde ya, el amor sentimental es un ingrediente importante en el matrimonio. Pero no la base de su subsistencia.

• El enamoramiento, puede conducir a dos personas al matrimonio, pero este no debiera estar fundamentado sobre una mera atracción natural.

• Dios no podría instituir algo tan importante como el matrimonio so¬bre bases tan inestables como los sentimientos.

• Nuestros sentimientos pueden decaer por diversas razones; roces en la convivencia, mal trato, descubrir fallas de carácter en el otro, conocer a alguien más interesante, etc. Muchos matrimonios, después de algún tiempo llegan a esta triste conclusión: "Ya no nos queremos mas. ¿que sentido tiene seguir juntos?".

• En realidad, mucho de lo que el mundo llama “amor”, es EGOISMO disfrazado. El amor erótico o romántico busca su propia gratificación; está orientado hacia si mismo. Conciente o inconscientemente busca el placer, la satisfacción, o el beneficio que puede obtener a través del otro. Por eso resulta pobre e insuficiente como base del matrimonio.

• Este enfoque erróneo ha hecho que en nuestro adelantado siglo XXI, muchos matrimonios se derrumben por carecer de fundamento.


b) La Voluntad Comprometida es lo que sostiene al matrimonio

• Dios nos ha hecho seres responsables, nos ha dado una voluntad y la facultad de tomar decisiones.

• Cuando un hombre y una mujer se casan, hacen un pacto mutuo, empe¬ñan su palabra, COMPROMETEN SU VOLUNTAD, a vivir unidos en matrimonio hasta que la muerte los separe. Dios los hace responsables de su deci¬sión. (Eclesiastés 5:4-5; Malaquías 2:14; Mateo 5:37)

• No siempre podemos controlar nuestros sentimientos, pero si nues¬tra voluntad. En nuestros años de matrimonio los sentimientos fluctúan a veces, pero se puede mantener firme, con lealtad y fidelidad el pac¬to hecho al casarnos. Cristo es nuestro Señor y nuestra voluntad está sujeta a la suya. De este modo aún cuando, atravesemos momentos difíci¬les en el matrimonio, la unidad de este nunca estará en juego.


c) El matrimonio es lo que sostiene y hace estable al amor.

No es: MATRIMONIO Y AMOR SENTIMENTAL
Si es: AMOR Y MATRIMONIO Y VOLUNTAD COMPROMETIDA

• Dietrich Bonhoeffer, le dice a su sobrina con motivo de su boda:

"No es vuestro amor lo que sostiene al matrimonio, sino de ahora en adelante, es el matrimonio lo que sostiene vuestro amor".

• Cuando el fundamento que sustenta al matrimonio es la VOLUNTAD COMPROMETIDA, su unión se vuelve sólida y firme. Dentro de este marco el verdadero amor aflora, crece y se vuelve más estable.

• Dios NO DICE que los esposos sigan unidos en matrimonio si se aman, SINO QUE deben amarse PORQUE están unidos en matrimonio. De este modo el amor está garantizado y prevalece.

• El verdadero amor, (AGAPE), es pensar en el bien del otro, es querer hacerlo feliz, es negarse a uno mismo, es dar, brindarse, soportar, perdonar... Esta clase de amor, lejos de anular el amor sentimental y romántico, lo santifica, embellece y lo hace perdurable.


Cantares 4:10: “¡Cuán hermosos son tus amores, hermana, esposa mía!. ¡Cuánto mejores que el vino tus amores!”.


4) EL MATRIMONIO ES UN VÍNCULO SAGRADO E INDISOLUBLE “HASTA QUE LA MUERTE LOS SEPARE”


a) EL VÍNCULO MATRIMONIAL:

Génesis 2:22-24. “Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”.


Mateo 19:6. “Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”.


1ª Corintios 7:39. “La mujer casada está ligada por la ley mientras su marido vive; pero si su marido muriere, libre es para casarse con quien quiera, con tal que sea en el Señor”.


Estos pasajes indican varias cosas:

• Que es fortísimo el VÍNCULO DE LA UNIDAD MATRIMONIAL "una sola carne",

• Que es un VÍNCULO HECHO POR DIOS MISMO; "lo que Dios juntó". Por eso lo llamamos sagrado.

• Que es un VÍNCULO INDISOLUBLE, mientras vivan los dos cónyuges. Sólo la muerte de uno de los dos lo disuelve.

• Que ningún hombre, ni ley humana está facultado a disolver el vínculo matrimonial. “No lo separe el hombre”. Cualquiera que lo hiciera, debe saber que está rebelándose directamente contra la voluntad de Dios.


b) SEPARACIÓN DIVORCIO Y RECASAMIENTO:

Separación:

1ª Corintios 7:10-11. “Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido; y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer”.

• Dios dice claramente NO a la separación. Si llegado el caso el cónyuge infiel se separa, (1ª Corintios 7:12-15) las opciones son quedarse solo o reconciliarse, nunca contraer nuevo matrimonio.


Divorcio:

Malaquías 2:14-16. “Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto. No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud. Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio”.

• Dios nos exige lealtad a nuestro pacto matrimonial, pues Él aborre¬ce el divorcio.


Recasamiento:

Marcos 10:11-12. “Cualquiera que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra ella; y si la mujer repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio”.

• Si alguien se divorcia y se casa de nuevo. Dios no considera esto como nuevo matrimonio sino como ADULTERIO.

Lucas 16:18. “Todo el que repudia a su mujer, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada del marido, adultera”.

• Si un hombre soltero se casa con una mujer repudiada también adul¬tera, y viceversa.


La excepción:

Mateo 19:9. “Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera”.

• "Por causa de fornicación", (No de adulterio). (En los originales griegos, se utilizan palabras distintas, una para fornicación y otra para adulterio). Jesús ratifica así la enseñanza de Moisés en Deuteronomio 24:1-4. Cuando un hombre al casarse, la noche de bodas, encuentra en la mujer alguna cosa indecente (por ejemplo, que la esposa no fuese virgen, como se esperaba que fuese); sólo en ese caso, se menciona el repudio, y este a causa de la dureza del corazón del hombre, ya que se espera su perdón. El repudio mencionado aquí podría ser considerado en nuestros días como anulación, y este debe ser a consecuencia del primer contacto físico, quedando así en libertad.

• Si las leyes de un País permiten el divorcio y el nuevo matrimonio, esto no modifica la situación de los cristianos, ya que las leyes de Dios permanecen para siempre. (Este tema lo tratamos más ampliamente en otros estudios. Aquí, solo planteamos las bases principales).


CONCLUSIÓN:

• Cuando se cumplen las condiciones preestablecidas por Dios, el matrimonio llega a ser la realización plena del hombre y la mujer, lleno de hermosura y felicidad.

• Debemos apreciar la firmeza de Dios al exigir el cumplimiento de sus leyes con respecto al matrimonio, como una expresión de SU amor para salvaguardar la familia en bien de todos y de la posteridad.