¿Es el Señor de mis pensamientos?

IMPORTANCIA DE LA MENTE:
La mente es un fabuloso mecanismo. Algunos la han designado como “la más complicada computadora” de todo el mundo. Es como una fábrica que trabaja con horarios corridos y continuos ¿Qué fabrica? PENSAMIENTOS. Siempre estamos pensando en algo (planes, recuerdos, cálculos, tareas…).

La capacidad de memoria de la mente humana es casi increíble. Los científicos nos dicen que la mente retiene:

• Todos los pensamientos que elaboramos.
• Todas las escenas que hayamos visto.
• Todos los sonidos que escuchamos.
• Aún todo aquello que hemos palpado, gustado u olido.

Es como un “super grabador”, un “gran archivo” que todo lo registra. Esta fabulosa máquina determina nuestras acciones. “Somos lo que pensamos”, dijo alguien. (Génesis 6:5; Isaías 59:7, 65:2; Proverbios 6:12-14, 12:5, 21:5).

Esta fábrica tiene cinco puertas que la comunican con el mundo exterior, que son los cinco sentidos: (Muy importante, meditar detenidamente)
o Oído.
o Vista.
o Tacto.
o Olfato.
o Gusto.

LA MENTE: ES UN CAMPO DE BATALLA
Puesto que el área de nuestros pensamientos es tan importante, es un verdadero campo de batalla donde se libra la “Gran Guerra interior entre nuestro yo, y el oir y obedecer a Dios y entre nuestro yo, y el oir y obedecer a Satanás". Es el conflicto de los siglos. La VERDAD y la MENTIRA luchan a brazo partido para abrirse paso y tomar posesiones en esta parte de nuestro ser que rige toda nuestra conducta.

LAS DOS FUENTES TRANSMISORAS
Alguien explicó esta verdad de esta manera:
Nuestra mente es una radio receptora. El aire está plagado de ondas que proceden de dos fuentes: “del cielo” o “del infierno”. A través de estas ondas el Señor o Satanás están continuamente mandando “mensajes” a la mente de los seres humanos, creyentes o no-conversos. La mente entonces capta, es receptora de estos mensajes y es deber de todo discípulo de Cristo aprender a detectar su procedencia para saber si albergarlos o rechazarlos con firmeza.

MENTIRA – Infierno – satanás
Satanás es Padre de Mentira (Juan 8:44).
En la mente de satanás se está elaborando continuamente la mentira en cantidades exuberantes, más que suficiente para engañar a todos los seres humanos. (Apocalipsis 12:9; 1º Timoteo 4:1-2; 2º Timoteo 3:13).

Este mundo está dominado por el diablo. Las conversaciones, libros, revistas, películas, programas de televisión, etc., están impregnados de las mentiras de satanás.

Satanás es el Príncipe de las Tinieblas. (Efesios 6:12). Cuando creemos una mentira de Satanás y la albergamos en la mente, esta área queda “entenebrecida”, a merced de las invasiones del Enemigo y sus emisarios. (Efesios 4:27).

VERDAD – Cielo – Cristo
En contraste, tenemos otra fuente, el Señor, quien no sólo dice la verdad, sino que Él mismo ES la Verdad y la Luz. (Juan 14:6; 8:12; 1º Juan 1:5).
Hay un río de Verdad y Luz. (Apocalipsis 22:1). Este manantial que está en el cielo desciende abundante y continuamente a la Tierra en la persona de Jesucristo.

DETECTANDO LA FUENTE
Puesto que nuestra mente recibe continuamente “mensajes” de una u otra fuente, es indispensable que el cristiano sepa distinguir la procedencia de un pensamiento, para saber si albergarlo o rechazarlo. Para esto tenemos la VOLUNTAD. Es como una torre de control sobre la fábrica de nuestra mente. Martín Lutero expresó esta verdad con esta frase: “No podemos impedir que los pájaros vuelen sobre nuestra cabeza, pero sí podemos impedir que hagan nido en ella”.
El creyente tiene pues, la sagrada facultad de rechazar todo pensamiento que proceda de las tinieblas y echarlo fuera de su mente sin contemplaciones.
Y tiene la bendición y el mandato de recibir y albergar continuamente aquellos pensamientos que procedan de la Verdad.

MI MENTE: HABITACIÓN DELSEÑOR (Salmo 19:14, memorizarlo).
Veamos ahora la faz práctica de esta enseñanza.
Nosotros queremos que nuestros pensamientos sean buenos, que el Señor esté contento con ellos, queremos aprender a pensar como Jesús y que nuestra mente sea llena de luz. ¿Cómo hacerlo?.
Vamos a dar aquí tres pasos prácticos:

1. Cuidar las puertas: ¿Qué estamos dejando entrar a nuestra mente?. Debemos cuidar en especial nuestros ojos y oídos. ¿Qué revistas, libros, películas vemos continuamente?. ¿Qué conversaciones, música, etc., oímos continuamente?. ¿Cómo tratamos ese monstruo que es el sensualismo?.

2. Edificar fuertes defensas: ¿Qué sucede con una casa sin puertas ni ventanas?. No tiene protección. No es cuestión de llorar: “Señor, líbrame de malos pensamientos”, sino de usar bien las defensas que Dios proveyó.

• Lectura y meditación de la Biblia: una mente bien alimentada por la Palabra, llena de la Verdad de Dios, no es vulnerable a los “mensajes” del diablo como la de aquellos descuidados que se alimentan de las cosas de este mundo y dejan su mente a merced del Enemigo (aconsejamos meditar privadamente esta semana el Salmo 119, con mucha oración).

• La mente que piensa continuamente en el Señor, está custodiada por su paz. (Isaías 26:3).

• Es importante “saturarnos” con la Verdad en conversaciones, meditación en Dios, reuniones, retiros, etc. (Filipenses 4:7).

3. Mantener la limpieza: examinarnos a menudo ¿Cómo está mi mente? ¿Qué pensamientos alberga?. Si hay áreas entenebrecidas por temor, celos, rencor, etc. e ir rindiéndolas al Señor. (Romanos 12:1-2). La palabra de Dios nos proveerá la Verdad necesaria para desplazar cada mentira que nos esté oprimiendo. (2º Corintios 10:4-5).


APÉNDICE
Para ayudarnos a detectar la procedencia de los pensamientos que embargan nuestra mente, vamos a hacer aquí un cuadro comparativo de los sentimientos que ellos han producido en nosotros:

ELABORADO EN EL INFIERNO:
- Angustia
- Temor
- Odio, rencor amargura
- Desesperación
- Tristeza
- Pesimismo
- Duda, incredulidad
- Rebelión
- Ingratitud
- Quejas
- Inquietud
- Impaciencia, prisa
- Confusión, desasosiego
- Depresión, desgano
- Maldad
- Incomprensión, intolerancia
- Negligencia, pereza
- Impureza, lujuria, morbosidad
- Orgullo, soberbia, altanería

ELABORADO EN EL CIELO:
- Paz
- Confianza
- Amor
- Esperanza
- Gozo
- Optimismo
- Fe
- Sumisión
- Gratitud, alabanza
- Descanso
- Paciencia, quietud
- Claridad, serenidad
- Entusiasmo, vitalidad
- Bondad
- Comprensión, tolerancia
- Diligencia, esmero
- Pureza, castidad, dominio
- Humildad, modestia