¿QUÉ ES UN TALENTO?
• Talento es la capacidad natural dada por Dios de hacer una o varias cosas y hacerlas bien.
• Aquello que aprendemos con más facilidad y que cada vez que lo hacemos es de clara bendición para la hermandad (Por supuesto que nadie nació sabiendo). Eso es un talento. (aunque a veces no sea lo que más nos guste hacer). También lo llamamos una gracia. Por eso decimos “Este hermano tiene una “gracia” especial para…”.
• Estamos hablando de los talentos naturales que toda persona posee y no específicamente de los dones sobrenaturales del Espíritu Santo mencionados en 1º Corintios 12-14 y que Él reparte en la Iglesia como quiere. (1º Corintios 12:7-11). Eso merece un capítulo aparte.
• Los talentos naturales también son otorgados por Dios. (Éxodo 35:30-35, 36:1).
• Por lo general, al hablar de talentos pensamos en aquellas capacidades destacadas visibles, como tocar instrumentos musicales, cantar, predicar, escribir, pintar, etc. Pero hay muchos, muchos talentos que no son tan vistosos pero son, por cierto, son una gran bendición y cuando son puestos bajo el señorío de Cristo, hacen un trabajo maravilloso, en una forma callada y paciente, como esas violetas que ocultas bajo las hojas esparcen su suave perfume.
• Haremos aquí una lista incompleta, por cierto, pero con la intención de abrir nuestros ojos a esta realidad.
Esta es: Arreglar flores, adornar, cuidar niños, cocinar, hospedar, hacer y reparar muebles, asistir a niños, señoras grandes, etc. Manejo de computación, construir edificios, limpiar el salón, tejer mano, a máquina, enseñar a leer, manejar vehículos, coser, llevar cuentas y contaduría, redactar boletines, cartas, etc. Reparar autos, motores, etc. Agricultura, lavar y planchar ropa, cuidar enfermos, hacer tortas, cebar mate, hacer té, hacer asados, enseñar a cuidar la casa, consolar, criar hijos, organizar, pacificar, electricidad, etc., Prestar una casa, el auto, cortar el cabello, acompañar ancianos, solitarios, etc. etc. etc.
DESCUBRIENDO NUESTROS TALENTOS
• En primer lugar y para comenzar tenemos que asumir la actitud correcta.
• Debe haber en nosotros la convicción de que somos parte del gran plan de Dios para la redención del mundo.
• No somos parásitos para vegetar a expensas de otros.
• Somos parte vital del cuerpo de Cristo, piedras vivas de la Iglesia, comprometidos unos con otros y con el Señor, y unidos en un pacto.
• Debemos pues orar seriamente y pedir al Señor que nos descubra los talentos que nos ha otorgado para llevar a cabo sus propósitos y rechazar rotundamente la frase del diablo: “Yo no tengo ningún talento. Yo no sirvo para nada”.
• En segundo lugar, mirar alrededor y ver las necesidades y oportunidades de hacer “algo por el Señor”.
• Las oportunidades son un medio que Dios emplea para ayudarnos a descubrir y desarrollar los talentos. También las usa para revelarnos su voluntad para el uso de los talentos. (Eclesiastés 9:10 a; ¿Qué fuerzas? Filipenses 4:13).
• En tercer lugar, poner a funcionar el elemento que tenemos en la mano. (Éxodo 4:2-5).
• ¿Qué tienes en tu mano?: Una plancha, un destornillador, una cuchara de albañil, papel y lápiz, guitarra, pala, máquina de coser, tejer, escribir, dinero, coche, escoba, serrucho, etc.
• Aventurarse en nuevas actividades. Probablemente descubriremos insospechados talentos latentes que sólo esperan nuestra respuesta a la palabra resucitadora de Dios: “Levántate y anda”.
USANDO NUESTROS TALENTOS
• Peligros de no usar los talentos que Dios nos dio. (Mateo 25:28-30)
• El talento que se usa bien, se perfecciona, se multiplica y hace su obra.
• El talento que no se usa o que se usa mal, se empobrece, se deteriora, daña y se puede perder.
• Cuando no los ponemos a disposición del Señor, sufrimos las consecuencias.
TRES MANERAS DE USAR EL TALENTO QUE DIOS NOS DIO. (Juan 6:2-13)
El muchacho de este relato podía hacer tres cosas con los cinco panes y dos peces suyos:
1. Podía comérselos él sólo y la multitud seguiría con hambre.
2. Podía ponerse a repartir por su propia cuenta… y unos pocos recibirían unas migajas.
3. Podía ponerlos en las manos del Señor… entonces ocurrió el milagro y la multitud fue saciada.
Lo mismo podemos hacer con nuestros talentos:
1. Usarlos egoístamente para nosotros y nadie será beneficiado.
2. Usarlos en nuestras fuerzas y pocos recibirán migajas
3. Entregarlos al Señor, entonces se multiplicará y bendecirá a muchos.
Dos cosas que combatir con referencia a los talentos
• La excesiva modestia, timidez, falta de confianza que impide desarrollar los talentos que Dios nos dio.
• El orgullo, la ostentación, el aplauso. ¡Si Dios es quien nos lo dio!, ¿Qué mérito podemos arrogarnos?.
PERFECCIONANDO LOS TALENTOS
- Mejorar de día en día. Debemos buscar la perfección y la excelencia (Salmo 33:3).
-Debemos reflejar la gloria de Dios. (1º Corintios 10:31). Debemos reflejar su naturaleza, su carácter, su corazón, su sentir y su propósito.
- ¿Cabe que seamos “chambones o negligentes ” en este marco?. ¡NO!
- Los discípulos de Cristo debemos esforzarnos para dignificar al Señor en todo: Las artes, los negocios, oficios, artesanías, tareas domésticas, estudios, etc.
- Los hijos del Rey no debemos apuntar, ni descansar en la mediocridad.
- Nuestro servicioNO debe ser improvisado, ni a las apuradas, ni “provisorio”, ni “una baratija”.
- No tenemos excusas. (Filipenses 4:13).