La familia según Dios

Enseñanza Nº 1


Introducción:

Hechos 3:25-26: Vosotros sois los hijos de los profetas, y del pacto que Dios hizo con nuestros padres, diciendo a Abraham: En tu simiente serán benditas todas las familias de la Tierra. A vosotros primeramente, Dios, habiendo levantado a su Hijo, lo envió para que os bendijese, a fin de que cada uno se convierta de su maldad

Dios, por medio de Jesucristo, se propone bendecir a todas las familias de la tierra, dando cumplimiento a la antigua promesa hecha a Abrahán.


1) ¿PARA DIOS, QUÉ ES LA FAMILIA?

Génesis 1:27-28: Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla.

Génesis 2:24: Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.

a) La Biblia define a la familia, (creación de Dios), como la comunidad primaria de la ra¬za humana, y se constituye a través de la unión del hombre con su mujer. (Ej. Adán y Eva)

b) La familia antecede a toda otra institución humana; antes que el pueblo o la nación. La familia fue la célula primigenia de la socie¬dad humana. Siglos han pasado, pero los hombres siguen integrándose en familias, por eso decimos que la familia es el núcleo básico de la so¬ciedad.

c) Dios es el creador de la familia; y como tal, es el UNICO que tiene la autoridad y el derecho a decirnos qué es la familia, para qué exis¬te y como debe funcionar.

d) La familia sólo puede vivir y desarrollarse normalmente, si cuenta con la presencia y bendición de Dios.

Salmos 127:1: Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia.


2) ¿CUÁL ES LA SITUACION ACTUAL DE LAS FAMILIAS?

• La crisis que vive nuestra generación se focaliza principalmente en los hogares. Así como el primer pecado fue cometido dentro de la familia y atentó contra ella (Génesis 3:6), también en nuestros días la mayoría de los pecados se cometen en el seno familiar y van en su con¬tra.

• En los hogares se viven tensiones, contiendas, discusiones, enojos, gritos, ofensas, resentimientos, amarguras, y hasta separaciones y divorcios.

• La familia es blanco de los ataques de Satanás y él apunta a destruirla. El deterioro de los valores tradicionales, el incremento de los conflictos familiares, el número creciente de separaciones y divor¬cios son de proporciones alarmantes.

• ¿Tiene la Iglesia algo que ofrecer a las familias de nuestra sociedad para salvarlas? ¿Hay solución en Jesucristo para la crisis de la familia? Respondemos enfáticamente ¡SI!

• La causa del deterioro de la familia se debe a que el orden de Dios ha sido ignorado, abandonado y reemplazado por criterios huma¬nos.


3) ¿CUAL ES LA RAZON DE ESTE ESTUDIO?

a) Conocer bien el orden de Dios para la familia para poder vivirlo.

b) Proteger a nuestras esposas, esposos e hijos, de las artimañas de Satanás y de la corriente mundana del humanismo que destruyen la fa¬milia.

c) Formar comunidades en base a familias que encarnen las enseñanzas del Reino de Dios. Sabemos bien que la Iglesia nunca va a ser más fuerte y sana que las familias que la componen.

d) Mediante nuestras familias ser modelo para las familias de nuestra sociedad.

e) Debemos señalar que nuestro aporte será mas efectivo, si la enseñanza que damos, va acompañada por el ejemplo de nuestras propias familias

Mateo 5:13-14: Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.
Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.


4) ¿QUE RECURSOS TENEMOS PARA LA RECONSTRUCCION DE LA FAMILIA?

a) Orientación precisa de la Palabra de Dios: ¡Somos muy afortunados! Dios por su Palabra, nos instruye sobre to¬dos los aspectos de la vida familiar. Sus enseñanzas son claras, sencillas, precisas y perfectas. (Salmo 19:7-9). Esta palabra con su instrucción no pasa de moda, es para todas las fa¬milias de la tierra, de todos los tiempos.

b) El poder transformador del Espíritu Santo: Tenemos en Jesucristo, mediante el Espíritu Santo, la fuerza de Dios en nosotros para cambiar, mejorar y superarnos, hasta llegar a ser familias sanas y santas para la gloria de Dios. El fruto del Espíri¬tu Santo, (Gálatas 5:22-23) manifestado en nosotros, hace aflorar to¬das las virtudes necesarias para una hermosa convivencia familiar. ¡Aleluya!.

c) La valiosa ayuda del cuerpo de Cristo (la Familia de Dios): En la Iglesia, siempre encontraremos pastores o hermanos más crecidos, a quienes podamos recurrir en busca de sabiduría, consejo y orien¬tación. Además, habrá allí familias constituidas de acuerdo al modelo de Dios, que serán para nosotros ejemplos y modelos valiosos de quienes aprender y a quienes imitar.


5) NUESTRO COMPROMISO Y FE

Mateo 6:10: Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

• Queremos tener hogares como Dios los proyectó. Queremos apren¬der a ser familias que viven la realidad del Reino de Dios aquí en la tierra, bajo el señorío de Cristo.

Filipenses 1:6: Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;

• Creemos de todo corazón que Dios nos perfeccionará hasta lle¬gar a ser el pueblo de su agrado. Un pueblo formado por familias sólidas y estables. Solteros que mantengan su castidad. Matrimonios que convi¬van en armonía y fidelidad. Hijos respetuosos, esposas sumisas, maridos responsables y amorosos. Un pueblo. que sepa trabajar, estudiar, progre¬sar, casarse, comer, descansar, criar hijos, honrar a sus mayores, diver¬tirse, recrearse; que tenga casas cómodas, prolijas, ordenadas, hermosas.

• Un pueblo de personas diligentes, cumplidoras, laboriosas, generosas, serviciales.

• Un pueblo hermoso, formado por familias sanas y felices donde haya amor, orden y paz.

• Esta es nuestra fe, nuestra visión y nuestra oración.