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Dr. RUBEN JORGE RODRIGUEZ
Secciones
Rol de cada cónyuge
Introducción:
Es muy importante señalar con claridad el rol (anglicismo, que significa papel, función, responsabilidad o cargo que le corresponde) que Dios ha asignado al hombre y a la mujer dentro del matrimonio que Dios instituyó. Ya que la causa principal de los conflictos matrimoniales, es precisamente la confusión que existe acerca de los roles de cada uno.
Dios ha dado a cada cónyuge (viene de la palabra "YUGO" y significa llevar juntos el mismo yugo) un puesto de servicio diferente al del otro, no superior, sino diferente. Para lograr armonía en la vida familiar, es esencial que los esposos conozcan y acepten su propio rol y el de su cónyuge.
Dios ha creado y programado al hombre y a la mujer, para el eficaz desempeño de su función. La psicología, la anatomía, la sexualidad, la afectividad y la espiritualidad de ambos son diferentes. Estas diferen¬cias los hacen complementarse el uno al otro y fueron pensadas por Dios intencionalmente, para el adecuado desempeño de la función de cada cónyuge.
Lejos de competir o querer ignorar las diferencias, admiremos la gracia; el encanto y las capacidades que Dios ha dado a la mujer y la visión, la fortaleza y las capacidades que ha otorgado al varón.
CADA CONYUGE DEBE CONOCER, ASUMIR Y DESEMPEÑAR SU PROPIO ROL, Y A LA VEZ, CONOCER Y ACEPTAR EL ROL DEL OTRO, DANDO LUGAR PARA QUE LO PUEDA EJERCER.
1) LOS ROLES Y EL PROPOSITO DE DIOS
Ya hemos señalado que el propósito de la familia es cooperar con Dios, para que Él (Dios) tenga una familia de muchos hijos como Jesús. Por lo tanto, ese ha de ser el objetivo de todo matrimonio cristiano, y no su propio placer y bienestar.
Los roles que Dios ha dado al hombre y a la mujer, tienen el fin de lograr ese objetivo.
Dios encomendó al hombre y a la mujer una tarea, les dio una comisión: "Fructificad, multiplicaos; llenad la tierra y sojuzgadla”. Dios se propuso llenar la tierra de hombres y mujeres a su imagen y se¬mejanza. Para ello otorgó al hombre ciertas capacidades, y una ayuda idónea con capacidades complementarias. No le dio meramente una compañera, mucho menos una “sirvienta”, sino, una AYUDA IDONEA, una COLABO¬RADORA CAPACITADA, para llevar adelante juntos tan noble empresa para la gloria de Dios.
De modo que tanto el hombre como la mujer, son colaboradores de Dios, con diferentes roles o funciones cada uno.
2) BASES BÍBLICAS EN CUANTO AL ROL DEL MARIDO Y DE LA ESPOSA
1ª Corintios 11:3: “Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo”.
Efesios 5:23: “Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador”.
Génesis 2:18: “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él”.
¿Cual es el rol del marido?: CABEZA
• Responsable general
• Colaborador de Dios
• Autoridad bajo la au¬toridad de Cristo
¿Cuál es el rol de la mujer: AYUDA IDONEA
• Responsable asociada
• Colaboradora del marido y de Dios
• Autoridad, bajo la auto¬ridad del marido
3) ¿QUE SIGNIFICA SER CABEZA?
Ser cabeza significa ser el responsable general de la familia, la autoridad principal (no la única).
a) El marido es el responsable de llevar a cabo, con la ayuda de su esposa, el encomendamiento que Dios les hizo. Es responsable general de que familia se encamine hacia el cumplimiento del propósito de Dios.
b) El es la autoridad para establecer el gobierno de Cristo en su hogar. El varón debe gobernar con gracia y amor, ser el representante de Jesús en el hogar y expresar con su conducta el carácter de Cristo. Su autoridad no es para imponer sobre la familia sus propios caprichos, mucho menos para hacerse servir. Jesús dijo: "el que quie¬ra hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor". (Marcos 10:43)
c) Es responsable de velar, proveer, cuidar, proteger y solucionar con la ayuda del Señor los problemas que surjan.
d) Es responsable de guiar a la familia a una convivencia armonio¬sa y feliz en la que todos puedan desarrollarse física mental y espiritualmente.
e) Es responsable de enseñar la palabra de Dios, instruir, animar, edificar, reprender y corregir. Enseñando principalmente con su ejemplo.
4) ¿QUE SIGNIFICA SER AYUDA IDÓNEA?
a) Dios da al hombre una ayuda idónea, ya que el hombre sólo es incompleto e incapaz de lograr el propósito de Dios. ¿Cómo haría el hombre sólo para tener hijos y criarlos?. Dios le da un complemento eficaz e inteligente. Alguien como el, pero diferente a el. Juntos forman una unidad completa con toda la potencialidad para multiplicarse y llenar la tierra.
b) Ser ayuda idónea es para la mujer unirse a su marido, solidarizarse con el, y aportar toda la sabiduría, capacidad y experiencia para el logro del objetivo común, libre de actitudes independientes.
c) Ser ayuda, implica reconocer que la autoridad principal le co¬rresponde al marido. No compite con el sino que lo complementa.
d) El hombre necesita ayuda porque es débil. Precisa el aliento, la comprensión, la sonrisa, la aprobación o la desaprobación, el aprecio y la cooperación de su mujer en todo cuanto haga o emprenda.
e) Ser ayuda idónea, significa para la mujer cumplir satisfactoriamente con sus responsabilidades específicas en la crianza de los hijos, en el cuidado de la casa, en la alimentación de la familia, etc.
f) Significa tener la disposición de ayudar a su marido en todo. Por ejemplo, trabajar para cooperar con el sustento de la familia cuan¬do sea necesario, por ausencia, enfermedad, estrechez económica, muerte, etc.
5) POSTURAS INDEBIDAS DEL HOMBRE Y DE LA MUJER
DEL HOMBRE
a) No asumir su rol como cabeza del hogar.
Ya sea porque la mujer no le permite; o porque adopta la postura mas cómoda. El marido debe asumir su rol con toda responsabilidad. De otro modo, pondrá una sobrecarga sobre su esposa, agobiándola bajo el peso de toda la responsabilidad familiar. Entonces ella deberá ocuparse de tomar las decisiones en cuanto a los arreglos de la casa, la administración del dinero, la salud, la disciplina, la vida espiritual, etc. Tal hombre, cree que su función se limita a trabajar fuera de la casa, traer el sueldo a fin de mes y entregarlo a su esposa. Que luego ella se arregle con todo.
b) Anular a su mujer.
Dios le dio al hombre una ayuda idónea, pero algunos no le dan lugar. Quieren hacerlo todo. No conversan con ella, no les interesa su opinión. No le delegan responsabilidad. Ta¬les hombres son tan absorbentes, tan “completos”, y tan necios, que subestiman y anulan a su esposa, la valiosa ayuda que Dios le dio. Su mujer así se siente frustrada y amargada.
El hombre debe reconocer las tareas específicas donde la mujer tiene responsabilidad directa, para que ella pueda desempeñar su función con criterio propio, creatividad, gusto y Con ese casi “mágico” toque femenino.
DE LA MUJER
a) Usurpar el lugar de su marido.
Ella se extralimita en su res¬ponsabilidad. Ocupa el liderazgo de la familia, anulando a su marido. Quiere dirigir todo, tener. "siempre la última palabra”. Subestima la opinión del marido. Siente que toda la carga de la familia está sobre ella. En este sentido, nuestra generación sufre esto como secuela de la 2ª guerra mundial. Al salir el hombre a la guerra, por años la mujer tuvo que tomar su lugar. La guerra terminó, los hombres volvieron, pe¬ro pocas mujeres tuvieron la gracia de devolver el lugar a sus maridos, generando una triste cultura.
La mujer no ha sido diseñada por Dios para llevar semejante carga. No sólo arruina a su marido y viola el orden de Dios, sino que ella misma vive sobrecargada, agobiada. Sus nervios se alteran, pues siempre vive tensa. No sabe confiar en su marido, descansar, relajarse, confiar en Dios. Quiere decidirlo todo, controlarlo todo. Después de ciertos años su salud se quebranta. No conoce el reposo que hay en la sujeción. Y a veces cuando quiere reaccionar ya es tarde con su actitud ha forjado un marido inútil para gobernar el hogar. El re¬sultado es un matrimonio infeliz, e hijos criados en medio de este mal ejemplo, que volverán a repetir esto en sus futuros hogares.
b) Tener una postura independiente de su marido.
Aunque en las cosas generales reconozca la autoridad de su marido, en lo personal se inde¬pendiza. Tiene objetivos propios. Maneja su propio dinero. Cultiva sus propias amistades. Busca su propia realización. Da prioridad a su profesión (si es que la tiene). No comparte ciertas áreas de su vida. Hace sus propios programas. No se interesa mucho en los proyectos, actividades, o amistades de su marido. Cuando estas cosas comienzan a darse, el matrimonio esta yendo por mal camino. ¡Peligro!. Es necesario revisar a fondo, detectar las causas y subsanarlas urgentemente con la ayuda de Dios, pues el matrimonio es una unidad total. “Una sola carne”.
6) RESPONSABILIDADES ESPECIFICAS DEL HOMBRE Y DE LA MUJER
• Ya hemos señalado que el hombre es el responsable general, el supervisor de todas las áreas, pero hay responsabilidades específicas que le corresponden a él, otras a la esposa, y otras a ambos.
Responsabilidades específicas del hombre
a) Gobernar el hogar. (1ª Timoteo 3:12)
b) Trabajar para proveer el sustento de la familia. El varón es el principal responsable. (Génesis 3:19; 1ª Tesalonicenses 4:11-12; 1ª Timoteo 5:8).
c) Amparar, proteger, cuidar, sostener. Efesios 5:29. La función del varón es amparar defender a su familia, ser cobertura total.
d) Tener el papel preponderante en la formación de los hijos varones, especialmente desde los 8 a 10 años, en la afirmación de los valores de su masculinidad, en la enseñanza de habilidades, trabajos manuales, oficios, negocios, deportes, en la educación sexual, etc.
e) Ser el responsable principal de la disciplina y la correc¬ción de los hijos. (1ª Samuel 3:12-13, Hebreos 12:7-9)
f) Ser el sacerdote de la familia, el líder espiritual. Enseñan¬do, guiando y edificando a la familia en el Señor. (Génesis 18:19)
g) Ocupar los cargos de liderazgo en la iglesia. (1ª Timoteo 2:11-14)
Responsabilidades específicas de la mujer
a) Ocuparse más dedicadamente a la crianza de los hijos. Tiene el alto oficio de ser MADRE. Aún biológicamente, Dios ha hecho a los hijos más dependientes de la madre.(1ª Timoteo 2:15; 5:14)
b) Atender y cuidar la alimentación de la familia. (Proverbios 31:14-15)
c) Ocuparse de la vestimenta. (Proverbios 31:21-22)
d) Atender la casa. (Tito 2:5)
e) Cooperar con ingresos económicos, en la medida que fuera necesario o factible. En lo posible sin ausentarse de su hogar. (Proverbios 31:16; 18 y 24).
f) Cuidar de la formación integral de las hijas. Enseñarles desde temprano todo lo concerniente a su feminidad, educación sexual, modales y comportamiento social, tareas domésticas, habilidades manuales, conducta frente al sexo opuesto etc.
g) Enseñar las Sagradas Escrituras a los hijos. Timoteo cuando joven pudo ser un ministro de Dios, pues desde niño había sido adoctrinado por su madre y su abuela. (2ª Timoteo1:5 y 3:l4-15).
h) Enseñar a las mujeres jóvenes a desempeñar su rol de esposa y madre. (Tito 2:3-4)
Responsabilidades de ambos
a) Obviamente hay muchas áreas que son responsabilidad de ambos cónyuges: planificación familiar, educación de los hijos, salud e higie¬ne, recreación, administración de las finanzas, nuevas adquisiciones, vida espiritual, formación de carácter y buenos hábitos, estudios de los hijos, obra del Señor, buenas obras, etc.
b) Para un buen desempeño de estas responsabilidades compartidas, es necesario tener una buena comunicación, dialogar con respeto y amabilidad, comprender y valorar el punto de vista del otro. (La mujer es más intuitiva, el hombre es mas cerebral y ambos puntos de vista son necesarios). A veces también es bueno consultar a terceros.
La ocupación del hombre y de la mujer
a) En términos prácticos, normalmente el hombre ocupará la mayor parte de su día en trabajar para proveer el sustento y techo a su fa¬milia. La mujer en cambio se verá mas dedicada a la crianza y cuidado de los niños y en las tareas domésticas.
b) Mientras un matrimonio no tenga hijos, la mujer tiene mas libertad para ausentarse de la casa para trabajar y cooperar económicamente. Pero cuando es madre su lugar es el hogar. La maternidad es el alto oficio que Dios le ha dado y ella debe dedicarse a tan noble tarea: Criar hijos para Dios. Si tiene que ayudar económicamente, que sea en lo posible un trabajo que pueda realizar sin ausentarse del hogar, (como la mujer de Proverbios 31), o bien ausentándose sólo en las horas en que los niños están en la escuela.
c) Es preferible, restringirse un poco en los gastos y que los niños se críen por sus madres y no por mucamas. A veces es más lo que se destruye con la ausencia de la madre que lo que se construye con su aporte económico. Comprendemos que habrá situaciones extremas donde la mujer deba salir a trabajar, pero que esto sea visto como un mal necesario, nunca como un ideal. La ausencia de la madre es una ausencia muy grande y perjudicial en el desarrollo de los niños y bienestar familiar.
d) Los jóvenes solteros y las señoritas. Deben tener en cuenta estas dos cosas al buscar orientación vocacional. La ocupación principal del varón será trabajar para proveer el sustento de la familia. Para ello deberá adquirir un oficio (comerciante, empleado, zapatero, albañil, etc), o profesión, (ingeniero, médico, licenciado, etc).
e) Por otro lado el oficio de la mujer es ser madre. Así que de¬berá cultivarse, superarse, estudiar, aprender para desempeñar bien este supremo oficio. Cualquier profesión que tenga debe ser subordinada a su rol de madre.