La Liberación (de espíritus inmundos)

Tema: 8


Introducción: (Isaías 61:1)


Hay en la actualidad un sin número de volúmenes escritos acerca de guerra espiritual y liberación. La mayoría de ellos no son doctrinales, sino más bien, el relato de las muy ricas experiencias que abundan en nuestro caminar junto al Señor.

En este caso no avanzaremos sobre ese particular, sino que nos limitaremos a afirmar algunas verdades, considerando únicamente los principios escriturales en los cuales están basadas.

Estamos seguros que en el cumplimiento individual del ministerio y el ejercicio de los dones, se generará un cúmulo de experiencias, que enriquecerá nuestra vida, formando parte de la gloria de “Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas más abundantemente de lo que pedimos o entendemos”.... Efesios 3:20-21. (Lucas 10:17-19; Juan 20:30-31)

El diablo, es el príncipe de las tinieblas. Las tinieblas son la región espiritual donde ejerce su autoridad y dominio. Para librar al hombre del poder del diablo, hay que trasladarlo de las tinieblas a la luz. Cristo al morir por nuestros pecados, consiguió para nosotros el perdón de los mismos; librándonos del poder de las tinieblas para llamarnos a su luz admirable. En la luz el diablo no tiene autoridad. (Juan 8:31-36; Colosenses 1:13; 2:13-15; 1ª Pedro 2:9)


NIVELES DE COMPROMISO CON LAS TINIEBLAS


Existen al menos dos niveles de compromiso con el reino de las tinieblas, opresión y posesión.


OPRESIÓN: (Sometimiento a una persona, pueblo o nación, velándola, humillándola o tiranizándola).


En este caso, el diablo que siempre intenta esclavizar para destruir en el ser humano la libertad e imagen que Dios le concedió. Utilizando la iniquidad heredada, temores basados en supersticiones, o encargos que algunos otros hicieron a satanístas o curanderos, genera trabas o los más diversos conflictos para afectar espiritualmente nuestra vida. Aunque el oprimido sufre efectos por este obrar de las tinieblas, no actúa como un poseído, porque, no tiene en si ningún compromiso voluntario con el diablo. (Eclesiastés 7:7; Isaías 61:1)


POSESIÓN:


Este caso es de mayor influencia ya que requiere de cierto compromiso voluntario. En algunas ocasiones para formar o destruir alguna pareja. Otras para indagar acerca del futuro. Otras veces por retener caprichosamente un enojo. (Efesios 4:26-27) En ocasiones para ser librados de algún mal o para buscar salud. Y aún por curiosidad o en búsqueda de poder, se llega a la práctica participativa de la adivinación, el juego de la copa, espiritismo, umbanda, magia, vudú, hechicería, etc... El que desee entregarse a Jesús y haya participado voluntariamente, de experiencias con el ocultismo, debe confesarlas como pecado, ARREPINTIÉNDOSE, renunciando a lo que practicó y a los pactos que haya realizado de un modo proporcional con sus actos de compromiso. (Deuteronomio 18:9; Hechos 19:18-19; Tito 2:11-14)


JESÚS NOS LIBRA DE TODO MAL (Juan 8:36)


1º Juan 3:8 El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.


Por lo tanto el quiere seguir a Cristo y con sinceridad se entrega a Él confesando sus pecados CON PROFUNDO ARREPENTIMIENTO, es perdonado. Habiendo recibido el perdón de los pecados, debe sentirse totalmente libre.


Si persistiese alguna opresión o atadura, recomendamos recurrir a hermanos con mayor experiencia y autoridad espiritual. (Marcos 16:17).


Ejemplo: (Lucas 4:31-36).

Descendió Jesús a Capernaum, ciudad de Galilea; y les enseñaba en los días de reposo. Y se admiraban de su doctrina, porque su palabra era con autoridad. Estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de demonio inmundo, el cual exclamó a gran voz, diciendo: Déjanos; ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Yo te conozco quién eres, el Santo de Dios. Y Jesús le reprendió, diciendo: Cállate, y sal de él. Entonces el demonio, derribándole en medio de ellos, salió de él, y no le hizo daño alguno. Y estaban todos maravillados, y hablaban unos a otros, diciendo: ¿Qué palabra es esta, que con autoridad y poder manda a los espíritus inmundos, y salen?


Es Jesucristo quien nos ha dado autoridad sobre las fuerzas del mal. (1ª Juan 5:19)


Por lo tanto con toda confianza en esa autoridad, debemos desatar a los afectados por las tinieblas ordenando a los espíritus inmundos que salgan de la persona en el nombre de Jesucristo. (Mateo 10:7-8).


Textos para memorizar


El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel. Isaías 61:1

Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas. Marcos 16:17

Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Santiago 4:7

Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre. Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. Lucas 10:17-19

El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer

las obras del diablo. 1ª Juan 3:8