Tema 9
Introducción:
Es la reacción carnal en represalia contra quien nos ha hecho un mal. Aunque generalmente es espontánea otras veces es cuidadosamente premeditada. La represalia es el derecho que nos atribuimos, para causar a alguien un daño igual o mayor que el recibido.
Se lleva a cabo para devolver un agravio. Y va acompañado de un sentido de equidad, debido a que se hace por compensación. Es intentar hacer justicia con nuestras propias manos, aunque a veces cometamos una injusticia. (Santiago 1:19-20) Puede expresarse haciendo notar a una persona el mal que nos ha hecho, o albergando sentimientos de rencor en el corazón; también en algunos casos extremos, hasta se llega a planear una venganza.
La malicia, es hacer daño a alguien sin la existencia de causas objetivas, sea por celos o envidia. En cambio, en la represalia hay un hecho dado, (a veces imaginario) un mal que nos ha afectado y del cual deseamos desquitarnos.
Este espíritu de devolver mal por mal, es uno de los sentimientos más dominantes del corazón humano. Se puede ver en el niño muy pequeño y también en el hombre mas maduro. Se observa cada día en las cosas más triviales, en el matrimonio, la familia, entre compañeros de estudio, en el trabajo y lamentablemente, entre cristianos.
SE MANIFIESTA DE MUCHAS MANERAS:
· Odio, rencor, resentimiento.
· Gritos ofensas o insultos, palabras hirientes, golpes.
· Quitar la palabra o retirar el saludo.
· Amenazar (ya me las va a pagar).
· Tratar con desprecio, tener en menos.
· Hacer sufrir o dejar sufrir.
· Alegrarnos con su desdicha.
· “Sablazos de amor”. (versículos bíblicos usados para lastimar)
· Desear el mal, o hacer cualquier clase de daño contra una persona, o su honor, bienes, salud, derechos, familia, etc.
· Responder con gestos grotescos, mala cara, antipatía.
· Quitar la ayuda o colaboración.
· Calumniar, denigrar, tratar con indiferencia.
· Desear vengarnos.
LO QUE CRISTO NOS MANDA
Cristo es nuestro Señor; no debemos actuar según nuestros sentimientos sino conforme a Su Voluntad. (Mateo 7:21-26. No debemos decir que no podemos, porque El crucificó nuestro viejo hombre, dándonos por su Espíritu Santo todo el poder para hacer su voluntad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Filipenses 4:13).
Textos bíblicos: Mateo 5:38-48; Mateo 6:14-15; Marcos 11:25-26; Lucas 6:27-36; Romanos 12:17-21; Efesios 4:32; Colosenses 3:12-13; 1ª Tesalonicenses 5:15; 1ª Pedro 2:21-23; 3:8-17.
Resumiendo, estos pasajes nos enseñan a:
1) Nunca devolver mal por mal.
2) Sufrir el daño, sin defendernos, Jesús no se defendió, ni defendió a Dios. Perdonó a los que le crucificaron. Dios no respalda al que quiere hacer justicia por si mismo. (Isaías 53:7-12; Santiago 1:20)
3) Perdonar de corazón al que nos hace mal y velar para que posteriormente no vuelva a brotar ningún resentimiento.
4) Orar intercediendo a favor de los que nos han hecho mal.
6) Dar gracias a Dios por todo (nos ayuda a asemejamos a Cristo). Sentirnos dichosos y nunca tener lástima de nosotros mismos. (Romanos 5:3).
7) Vencer con el bien el mal (Romanos 12:17-21). Ante un mal que nos hayan hecho, no debemos quedar pasivos; siempre hay una reacción. Debemos canalizar la reacción para que en lugar de maldición se torne en bendición. Con el bien venceremos el mal y lo detendremos evitando males mayores.
Ejemplo: Satanás introdujo el pecado en la creación y Jesucristo nos redimió, muriendo por nuestros pecados. (Romanos 5:8-10)
Textos para memorizar
EL DEVOLVER MAL POR MAL
No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.
No os venguéis vosotros mismos, amados míos. Sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito esta: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.
Así que, si tu enemigo tuviere hambre dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. No seas vencido de lo malo. Sino vence con el bien el mal. Romanos 12:17-21
Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian.
Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues. Lucas 6:27-29
No devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición... ¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, sí vosotros seguís el bien? 1ª Pedro 3:9.13