Dios poderoso

Jesús es el mismo ayer, hoy y por siempre, es el mismo Señor que hace dos mil años hizo milagros, sanó a los enfermos, liberó a los oprimidos del diablo y transformó vidas. Hoy sigue obrando con poder y manifestando su gloria. Muchísimas personas al acercarse a Él han encontrado solución para sus problemas emocionales, angustia, enfermedades, entre otros. Muchas familias destrozadas encontraron el camino de la felicidad y, los desanimados por las muchas presiones, fueron alentados por la obra del Espíritu Santo en sus vidas. Jesús dijo: "El que viene a mí no le echo fuera". Podemos afirmar que esto es cierto y que en Él todo tiene solución. Nuestra experiencia así lo confirma.