Orientación familiar

Algunos experimentamos el drama de los tratos agresivos en el seno de la familia o, en algunos casos, su destrucción. Descubrimos, conversando con otros, que Jesús transformó muchos hogares y les enseñó a convivir en armonía y amor. Aún cuando no pudimos eludir algunas de las consecuencias de nuestros grandes errores cometidos antes de conocerle, encontramos comprensión, perdón y sanos consejos para sobrellevar las cargas. Además, en el ambiente familiar que caracteriza a una convivencia cristiana, los niños se desarrollan en carriles normales y sanos.