Administración práctica de los bienes

Enseñanza: Nº 9


(Génesis 1:27-28) “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra”.

En este pasaje encontramos la clave para la perfecta armonía y funcionamiento de la familia. Allí Dios expresa su voluntad en forma de mandamiento, diciendo al hombre y a la mujer qué deben hacer específicamente.


1. Fructificad, multiplicaos: Con este mandamiento, Dios le está diciendo al hombre y a la mujer, que los ha creado varón y hembra para que tengan muchos hijos, y que estos a su vez también tengan muchos hijos. Yo quiero tener una gran familia, y quiero que ustedes procreen hijos para mí. Estos hijos no deben ser traídos al mundo con un fin egoísta, sino para Dios, para formar su gran familia.

2. Llenad la tierra y sojuzgadla: El propósito de Dios es que el hombre se disemine por toda la tierra, aprovechando todos los recursos naturales, viviendo en contacto con la naturaleza, dependiendo de su creador, para con la sabiduría y capacidad que Dios le dio, contribuir al cuidado de la tierra haciendo de toda ella un gran huerto de Edén. Hoy, el hombre y la mujer desviados de ese propósito, no solo no contribuyen a embellecer la tierra, sino que destruyen lo que Dios creó.

Por otra parte, en vez de llenar la tierra, edifican ciudades, en las cuales se confinan toda la vida. En ese encierro crían a sus hijos como pájaros criados en cautiverio, que cuando se los suelta no saben volar. Los hijos nacidos en estas grandes ciudades, sólo ven la obra del hombre... no la obra de Dios (Romanos 1:20). Es notable ver en les Escrituras que los que edificaban grandes ciudades y se recluían en ellas, terminaban siendo idólatras. En las ciudades vemos la obra del hombre, en la naturaleza, la obra de Dios. (Romanos 1:19-20).

3. Señoread sobre toda la creación: Esto signi¬fica gobernar, administrar y es el tema del que nos ocuparemos en esta lección. Dios es el que gobierna sobre todo el universo, quién lo administra y sostiene. Por eso, a pesar del daño que los hombres hemos causado a la creación, todo sigue funcionando, por su Palabra Eterna.

Dios es nuestro Padre y quiere que seamos como Él, buenos gobernantes y administradores. Él nos dio sabiduría y capacidad para hacerlo, asumamos nuestra responsabilidad. La creación misma está anhelando ser liberada de la esclavitud, de la corrupción ,a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. (Romanos 8:19-21) Ese día llegará, los hijos de Dios se manifestarán y la tierra será liberada. ¿Pero mientras ese día llega por donde comenzamos?. Por nuestro HOGAR.

¿Qué es el Hogar?. El hogar es la familia más la casa, más las cosas que hacen a la vida diaria. Es el lugar donde nacen, crecen y se forman los seres humanos en sus aspectos: Físico, cultural, intelectual, psíquico y espiritual.

Como hijos de Dios debemos aprender de El para gobernar y administrar bien nuestro hogar, mostrando de este modo el Reino de Dios. Dios gobierna y administra con sabiduría, por lo tanto una de las primeras cosas que necesitamos es sabiduría. (Job 12:13; Salmo 19:20)

Necesitamos sabiduría para buscar esposa. Los hombres no deben mirar sólo las apariencias externas, sino el ornato interior, de un espíritu manso, humilde, afable y apacible.


GANAR - GASTAR - GUARDAR

Necesitamos sabiduría para planear la vida desde muy temprana edad. Debemos aprender estos tres principios para enseñarlos a nuestros hijos...GANAR - GASTAR - GUARDAR...

Debemos trabajar sosegadamente para ganar lo ne¬cesario, gastando sólo en las cosas necesarias, guardando para poder alcanzar las metas y planes trazados.

A Dios no le agrada la dejadez, el descuido, la indolencia, la pereza o la imprevisión. (Eclesiastés 10:18; Proverbios 10:4; 12:24; 12:27; 13:4; 21:25; 24:30-31; 26:16; 27:23) Corresponde tener una visión clara de lo que Dios quiere para nosotros y luego planear la vida conforme a esa visión.

Teniendo claros los tres principios de GANAR, GASTAR Y GUARDAR debemos planear cuando casarnos y prepararnos para ello, ahorrando dinero para comprar un terreno, construir o comprar una casa o departamento, etc.. Debemos observar que con quién nos vamos a casar, tenga un pensamiento acorde a nuestras metas. También cuantos hijos podríamos tener y criar conforme a nuestras posibilidades. Esto debe ser hecho de común acuerdo con la esposa. Del mismo modo, decidir el tipo de vivienda definitiva o si queremos tener auto, etc. Conviene ir planeando lo mínimo indispensable, para luego con la ayuda del Señor ir progresando hasta lograr una vivienda digna y una familia lo más gran¬de posible, bien alimentada, vestida y educada en todas las áreas.

Cuando el hombre es soltero se administra solo, pero al casarse recibe una gran ayuda. El sigue siendo administrador general, pero ahora puede delegar algunas áreas a la esposa; la ropa, el calzado para los hijos, la alimentación, los útiles escolares, el pago de impuestos, etc.. Esto no significa echar la carga sobre ella y desentenderse, sino pedirle colaboración con la supervisión general del esposo.

El hombre debe tener un presupuesto general de gastos y recursos. Toda “empresa” que no se adminis¬tre con “lápiz y papel” se funde y el hogar debe administrarse de esa manera ya que es la célula madre de toda empresa.

Dios es Dios de orden. Y nosotros su creación, debemos ordenar nuestros horarios, de levantarnos, acostarnos, trabajar, comer, aquietarnos con Dios, estudiar, jugar. Debe haber tiempo pa¬ra esparcimiento y recreación familiar, pa¬ra dialogar juntos y estar a solas con la esposa o con los hijos, etc.

Debe haber tareas específicas en la familia, en las que cada uno deba ocuparse. Cuando ¬los niños comienzan la escuela primaria, ya pueden hacer algunas cosas con responsabilidad. Hay que darles pequeñas tareas enseñándoles a ser diligentes, esforzados y trabajadores. Si así lo hacemos serán hombres y mujeres maduros que mañana honrarán a Dios.


DILIGENCIA:

Diligente es ser aplicado, cuidadoso, activo, dispuesto, animoso y esmerado “En lo que requiere diligencia, no perezosos, fervientes en espíritu, sirviendo al Señor” (Romanos 12:11). Los esposos deben planear todos los detalles del hogar, para orde¬narlos siendo diligentes en todo.

Cuando alguien entra a la casa debe tener la im¬presión de que todo está bajo control. Los esposos deben decir al llegar a su casa: Señor, ésta es tu casa, aquí tu gobiernas por medio nuestro y todo está en orden. (1ª Timoteo 3:8-13)


EL TRABAJO Y EL MANEJO DEL DINERO. Dos áreas muy importantes para tener en cuenta.

EL TRABAJO.

No debe entorpecer el rol de gobernante y administrador. Un hombre no puede trabajar l5 ó 16 horas por día y pretender gobernar bien su casa. Debe procurar trabajar un máximo de ocho o diez horas diarias para administrar bien su casa. Hay quienes que en este momento no pueden hacerlo, por diferentes razones o no haber planeado antes; ahora ya están casados, tienen varios hijos, no tienen oficio ni profesión y no pueden vivir si no trabajan más de la cuenta. Pero en lo posible tendrán que buscar una salida pronto o más tarde tendrán problemas en la familia, al crecer los hijos; recomendamos hablar con quienes les orientan espiritualmente para encontrar salida o solución a estos problemas.

Aquellos que no se han casado todavía, los ma¬trimonios jóvenes, los que tienen niños muy peque¬ños, deben buscar la forma de conciliar el trabajo, el gobierno y la administración de su casa. En muchos casos cuando son recién casados, conviene que trabajen los dos para lograr cierta estabilidad económica y luego que la esposa se dedique a la casa y a los hijos mientras que el marido provee el sustento.

EL MANEJO DEL DINERO.

Hay mu¬chos hogares que teniendo el esposo un buen empleo y ganando un buen sueldo, sufren apremios económicos por falta de buena administración. Dijimos que el hogar es una “mini empresa” y debe administrarse con “lápiz y papel”, usemos el lápiz y hagamos un pequeño diagrama para ver como podernos usar el dinero de manera que no nos falte. Debemos partir de la base que no podernos, (debemos) gastar más de lo que ganarnos, eso seria ir al caos.

Administremos lo que ganamos con sabiduría, cuando el ingreso es grande, podemos planear mayor cantidad de cosas. Pero cuando el ingreso es pequeño, debemos reducirnos a lo mínimo indispensable.

A continuación haremos en un gráfico dos presupuestos A MANERA SOLO DE SUGERENCIA, uno muy bajo, y otro de ingreso regular.


PRESUPUESTO 1. Ingreso mensual, $ 400.-

El día de cobro (si cobra mensualmente) se distribuye el sueldo en tres sobres de la siguiente manera.

1º Sobre: Gastos fijos:

Lo que apartamos para Dios, Electricidad, Gas, Impuestos, Viáticos… $ 135.-


2º Sobre: Alimentación y Limpieza

Se calcula el gasto mensual….$ 195.- o sea $ 6,5.- por día. ó $ 45,5.- por semana.-


3º Sobre: Gastos imprevistos

Remedios, médico, regalos, etc. $ 70.-


Gastos fijos (sobre 1): Se colocan $ 135.- y de allí se retira para pagar las facturas de luz, gas, etc., o los viáticos, Los comprobantes deben archivarse luego.

Alimentación y limpieza (sobre 2): Se coloca el dinero reservado la alimentación, teniendo en cuenta que los $195.- deben alcanzar hasta fin de mes, o sea, nunca se debiera gastar más de $6,5.- por día, o $45,5.- por semana, si un día o una semana se gasta un poco más, se debe compensar al día o semana siguiente. Se debe evitar la utilización del dinero depositado en otros sobres.

Para la mejor administración del dinero que disponemos, sugerimos la implementación de un menú semanal comprando la mercadería toda junta. Lo que debemos considerar en el desarrollo del menú son, su valor nutritivo, su costo, el sabor y la apariencia.

Es recomendable utilizar frutas y verduras de la estación, dado que por la abundancia suelen ser más económicas. Como así también optar por las “segundas marcas” y dentro de ellas los productos “de oferta”. También es muy importante recorrer comercios comprando en cada lugar lo que se ofrezca a los precios más bajos y/o tengan descuentos especiales. Cada semana se puede variar o repetir el menú.

Gastos Imprevistos (sobre 3): En este sobre se guardan los $ 70.- No se deben gastar a menos que haya una situación de fuerza mayor, (algo imprevisible). De esta manera una familia que gana un sueldo mínimo puede vivir sin sobresaltos y si logran aumentar los ingresos sin gastar en lo que no sea absolutamente necesario, pueden progresar paulatinamente.


PRESUPUESTO 2. Ingreso mensual, $ 1.200.-

La distribución es la misma sólo que se pueden planear más cosas. Por ejemplo agregar un cuarto sobre para compras varias, vacaciones, etc. Y un quinto sobre destinado a “ahorro”, hasta donde alcance el presupuesto.

Aún cuando algunos tengan muy buenos ingresos, les recomendamos planear su economía y luego respetar lo que planearon. De este modo lo que tienen rendirá mucho más, con el beneficio adyacente de mejorar su dominio propio.

A los que tienen ingresos muy bajos, les recomendamos consultar con quiénes los ayudan espiritualmente para considerar y orientarles para planear juntos el modo de aumentar sus ingresos y reducir gastos.


Recordemos que somos hijos de Dios; debemos ser como El, fieles administradores, que gobiernen bien sus casas. (1ª Corintios 4:2; Tito 3:4; 5:14; 5:17)

“Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.”

Si somos fieles en lo poco. El nos pondrá sobre mucho. (Mateo 25:14-30)