¿Es el Señor de mi sueldo o ganancias?

CUANDO JESÚS ES REALMENTE SEÑOR DE LA ADMINISTRACIÓN DE LOS GASTOS DEL HOGAR, ENTONCES SUCEDERÁ LO SIGUIENTE:

• No somos dueños del dinero sino sólo administradores de algo que en realidad es del Señor. No olvidaremos nunca esto!.

Y la consecuencia de esto será que…:

• Frenará nuestro impulso, ya sea de ser avaros o de malgastar y desperdiciar en cosas superfluas, pues tendremos bien presente que también vamos a rendir cuentas del uso que hemos hecho del dinero al Señor.

• Evitará que pongamos nuestro corazón en acumular desmedidamente y arruinemos nuestra vida, salud, hogar, hijos, etc. sólo por tener un poco más de dinero. (Santiago 5:1-3; Mateo 6:19-21, 24; Salmo 37:16; 1º Timoteo 6:10).

• El dinero llegará a ser secundario en nuestra escala de valores. Sólo un medio para suplir nuestras necesidades y adquirir un prudente confort y comodidad, pero nunca la “razón” de nuestra vida. (1º Timoteo 6:7-10; Proverbios 30:8-9).

• Nos llevará a consultar con nuestro Dueño y Señor, no sólo para los gastos grandes, sino también para los pequeños. (Lucas 16:10).

• Nos hará tratar de ganar dinero no sólo para suplir nuestras propias necesidades, sino también las de algún hermano en apuros. (Efesios 4:28; Hebreos 10:34-35).

• Nos permitirá disfrutar con alegría y sin farisaicos “dolores de cabeza” en los tiempos de abundancia. (Santiago 1:17; Filipenses 4:11, 12, 18; 1º Timoteo 6:17 a).


EN LOS TIEMPOS DE POBREZA Y ESTRECHEZ NOS AYUDARÁ A:

•Conformarnos y ajustarnos alegremente con lo que tenemos. (Filipenses 4:11-12).

• No contraer deudas que no podamos pagar. (Salmo 37:21; Romanos 13:7-8; Lucas 14:28-29).

• Bendecir al Señor aunque no tengamos nada. (Habacuc 3:17-18).

• Esperar y confiar en el Señor que él nos dará a su tiempo lo que necesitamos. (Filipenses 4:13,19; Salmo 37:3-5; Salmo 37: 25).

• No ser dejados, sino diligentes en ganarnos el sustento. (Proverbios 6:6-11; 12:11, 1º Tesalonicenses 5:14; 2º Tesalonicenses 3:10-12).


ALGUNAS SUGERENCIAS PRÁCTICAS.

Al llegar el sueldo o ganancia del mes, sentarse con papel y lápiz y hacer lo siguiente:

• Apartar el diezmo y NO TOCARLO.

• Apartar en secciones separadas todos los gastos “fijos” del mes: alquiler, luz, gas, cuotas de créditos, etc. y NO TOCARLO.

• Con lo que resta, dividir el dinero viendo cuánto se puede gastar cada día en comida, útiles, ropa, transporte, etc. Y NO GASTAR MÁS QUE ESO.

• Reservar algún dinero para algún imprevisto. (Si es posible): Viajes, compromisos sociales (regalos), posibles enfermedades, ayuda a necesitados o cualquier otra cosa QUE SEA IMPORTANTE Y SURJA INESPERADAMENTE.