Todas las personas, en todos los niveles y esferas, tienen algún deber que cumplir.
Sea remunerado o no, fácil o difícil, lindo o feo, hay deberes que cada uno (y nadie más) debe realizar y cumplir. Hay tres maneras de cumplir un deber:
• Bien.
• Regular, A medias, Mediocre. (La más popular).
• Mal.
Mucha gente, y lamentablemente muchos cristianos también, tienen la deplorable costumbre de cumplir sus deberes a medias, o realizar sus tareas en forma mediocre.
En todos los órdenes: empleados, amas de casa, operarios, mecánicos, artesanos, alumnos, profesores, etc. hacen su trabajo con:
• Descuido.
• Sin prolijidad.
• Trabajando lo menos posible.
Esto acarrea problemas en cadena, pues una tarea mal hecha no solo perjudica al que la hizo sino a muchas personas (Romanos 14:7).
MANERAS DE DIOS DE CUMPLIR EL DEBER:
• Cumplir el deber de una forma mediocre no es el orden de Dios para los ciudadanos de su Reino.
Dios no es “chambón” y sus hijos no deben serlo tampoco.
Dios es:
• Detallista.
• Ordenado.
• Prolijo.
• Responsable. etc.
• No deja nada librado al azar, está en todo.
Esto lo podemos observar en la naturaleza, en la forma en como hizo la Creación. Por eso, vemos aquí algunas de sus directivas:
Debemos ser “fieles en lo poco”. (Lucas 16:10)
O sea, debemos ser cuidadosos, prolijos, responsables, ordenados, detallistas, honestos, como Él es. No solamente en lo espiritual, sino también en lo material.
• No sólo hacer lo bueno, sino hacer lo mejor.
• No conformarse con un seis o siete, si uno puede obtener un ocho. nueve o diez.
DOS COSAS NOS AYUDAN MUCHO A CUMPLIR BIEN NUESTROS DEBERES:
• Hacer TODO en el nombre del Señor (Colosenses 3:17).
• Hay poder y virtud en el nombre del Señor. Sabemos bien que es un nombre sobre todo nombre, y que jamás se debe usar en vano. (Éxodo 20:7; Filipenses 2:9-11).
• En el Nombre del Señor. ¿Pensaste cómo será lavar pañales, hacer la comida, llenar una planilla, arreglar un motor, dar una clase, etc. EN EL NOMBRE DEL SEÑOR? ¡Qué revolución!.
Hacer TODO como si lo estuviésemos haciendo al mismo SEÑOR. (Colosenses 3:23-24).
• Servir al Señor en primer lugar mientras trabajamos. Tener una actitud de servicio, no sólo al jefe, patrón, rector, capataz, etc. Jesucristo es nuestro Amo y Señor. A Él estamos sirviendo en primer lugar.
• No sólo cuando, oramos, cantamos, testificamos, sino…
• ...en todo lo que hacemos.
UN MANDATO DE DIOS
Estar dispuestos a hacer la “segunda milla”. (Mateo 5:41).
Repetimos aquí lo que ya vimos en la lección anterior. “¿ES EL SEÑOR EN MI RELACIÓN CON MIS PATRONES, EMPLEADOS, ALUMNOS, PROFESORES ETC.?”
Recordemos que Dios nos manda (es una orden y no una sugerencia) hacer la segunda milla.
• La primera milla es DEBER.
• La segunda milla es AMOR.
Debemos reconocer que se producen grandes cambios, en todos los órdenes de la vida, cuando cumplimos con nuestros deberes a la manera de Dios.