¿Es el Señor en mi relación matrimonial?

INTRODUCCIÓN

El matrimonio es la primera institución que Dios fundó.
El matrimonio Es Creacional. Dios instituyó el matrimonio y la familia como base de todas las demás instituciones que vinieron después: pueblos, sociedad, Israel, la Iglesia, etc.

EL MATRIMONIO ES UN ESTADO, NACIDO DEL “PACTO MATRIMONIAL”.

“Hasta que la muerte los separe”. Es la condición que lleva implícita.
• Cuando se contrae matrimonio con la persona correcta (la que Dios eligió) es hacer la plena voluntad de Dios en esta área y cuenta con toda su bendición, apoyo y respaldo.
• Pero si no fuese con la persona ideal, al existir el pacto matrimonial, aunque no cuente con su pleno apoyo y respaldo, igual es matrimonio ante Dios, por lo cual es indisoluble hasta que la muerte los separe.
• El matrimonio es válido para Dios, desde el momento en que la pareja realizó el “Pacto Matrimonial”, independientemente si ya se habían entregado a Jesucristo o no, PORQUE ES CREACIONAL.

Dios respalda el genuino matrimonio. La unión entre un hombre soltero (que nunca haya estado casado) o viudo (que haya fallecido su legítima esposa), con una mujer (que nunca haya estada casada) o viuda (que haya fallecido su legítimo esposo) o entre un hombre viudo y una mujer viuda (que hayan fallecido sus legítimos cónyujes), cuentan con el respaldo creacional de Dios.

El atentar contra el matrimonio y la familia, o convalidar falsos matrimonios (parejas, concubinatos, etc) como “matrimonios”, el desvirtuar, deteriorar o destruir esta institución (que es lo que tanto ocurre en este tiempo), esto obra directa de Satanás en su desesperado esfuerzo por destruir la obra de Dios, confundiendo y arrastrando a muchos y aun valiéndose de “cristianos” que aprueban lo que Dios reprueba, siendo de hecho partícipes del pecado que enseñan, avalan o toleran.

El éxito del matrimonio se basa en el respeto mutuo al “pacto efectuado de por vida” (Aunque a veces por distintos motivos surjan dificultades y no funcione como cada uno soñaba).
Implica:

• Fidelidad.
• Respeto.
• Honra.

Y descansa sobre tres pilares fundamentales. Es como una mesa de tres patas; Si una de las tres se debilita, la mesa se tambalea y puede derrumbarse).
Estos son:
• La relación con Dios.
• La parte económica.
• La relación sexual afectiva.

¡Lo que hay que cuidar!
• El amor en el matrimonio, este se expresa en hechos concretos, pasando por encima de las emociones y sentimientos, que en un principio dieron lugar al romanticismo.
• El romanticismo no basado ahora solo en sentimientos, sino en el pacto matrimonial del cual Dios como creador, tomo “debida nota”.

DIOS ES EL INVENTOR Y CREADOR DEL SEXO (Génesis 2:22-25; Mateo 19:4-5; Marcos 10:7).
Esta verdad debe hacerse carne en todo cristiano para “lavar” nuestra mente de dos grandes errores respecto a las relaciones sexuales, y tomar la verdad declarada por Dios. Ellos son:

1º ERRROR: Tema prohibido: Es un mal necesario, es sucio, es tabú, se habla en voz baja.

2º ERROR: Tema exhibido y manoseado al máximo: el cine, la televisión, las novelas, revistas, letreros, conversaciones, chistes, etc. nos bombardean constantemente con información y exhibición que van de lo correcto a lo más pervertido y aberrante.

ÚNICA VERDAD: Pero dentro de toda esta confusión se levanta la verdad Bíblica: Dios inventó la relación sexual (antes de la caída del hombre), por lo tanto es buena, santa, hermosa y placentera, cuando está dentro del orden de Dios.


EL ORDEN DE DIOS PARA LA RELACIÓN SEXUAL, ES QUE DEBE SER EXCLUSIVAMENTE DENTRO DEL MATRIMONIO. (Proverbios 4:15 y 20; Mateo 5:27-28; Proverbios 6:20-35 –especialmente versículo 32-).
• La sexualidad es destructiva cuando actúa fuera del plan del Creador. Lo que es tan sublime y puro dentro del matrimonio, se convierte en sucio, pervertido y pecado fuera de él.
• “La sexualidad usada indebidamente produce uno de los más profundos desencantos, una de las más trágicas relaciones interpersonales y la más grosera fealdad que el hombre conoce”.
• Hoy como nunca, el pueblo de Dios tiene que enarbolar esta verdad con firmeza y sin claudicaciones. Y aunque se nos rotule de “mente retrógrada”, anticuados, “fuera de onda”, etc., la iglesia debe hacer oír su voz sin miedo alguno contra el adulterio, la fornicación y las perversiones sexuales (Apocalipsis 21:8).
Por ejemplo:

• Relaciones pre-matrimoniales entre novios. Uso de “la píldora” entre solteras. Experiencias sexuales entre jóvenes. Exhibicionismo en las ropas de las chicas. Lecturas, películas que excitan al sexo, pornografía, etc.

• Relaciones extra-matrimoniales. Rameras, amantes, concubinato, coqueteos, manoseos, etc.

• Perversiones, inmoralidades, lesbianismo, promiscuidad, relaciones anormales, bestialismo, pedofobia, etc.


LA DOBLE FUNCIÓN DEL SEXO EN EL MATRIMONIO:
Es de suma importancia reconocer esto para encontrar la respuesta a muchos problemas al respecto (Por ejemplo: ¿El uso de anticonceptivos es pecado o no?).
• Dios creó al sexo para la procreación y la reproducción. (Génesis 1:28).

• Dios creó al sexo para goce y deleite del matrimonio. (Proverbios 5:15-21 especialmente 18-19).

• Como expresión máxima del amor que se profesan.

• Como factor unitivo. Esta relación no es sólo física. Involucra el alma y el espíritu. Dios describe esto como la expresión “serán una carne” (Marcos 10:8). O sea, es una fusión integral de dos seres. Siempre deja siempre huellas indelebles en el alma y el espíritu.


COMPORTAMIENTO DE LOS CÓNYUGES:

• Dios manda que cada cónyuge cumpla con su deber sexual y que haya una completa entrega mutua (1º Corintios 7:1-5, Cantares 6:3).

• Cada cónyuge debe buscar empeñosamente el hacer feliz al otro. Al hacerlo encontrará su propia felicidad y satisfacción. No hay cabida para el egoísmo en esta área. Veremos este proceso en el Cantar de los Cantares. Un amor que empieza del egoísmo y va madurando y perfeccionándose hasta una total entrega y olvido de sí mismo.

Observemos:

• Cantares 2:16: “Mi amado es mío y yo suya…”. Egoísta y posesiva.

• Cantares 6:3: “Yo soy de mi amado, y mi amado es mío…” Menos egoísta, va comprendiendo.

• Cantares 7:10: “Yo soy de mi amado…”. Entrega absoluta, sin condiciones ni egoísmo.



La mujer cristiana (y el hombre también) debe asumir esta responsabilidad y no venir a ser responsables de “empujar” a su esposo/a a caer en pecado sexual, arruinando así sus vidas, testimonios o ministerios. Por supuesto esto no quita la responsabilidad plena del que peca. Sólo queremos destacar la responsabilidad que le cabe a cada uno en la caída del otro, al no ayudarlo a vencer su debilidad.

Cuando no hay un buen ajuste sexual en el matrimonio deben buscar empeñosamente la solución y no permitir que el diablo les robe lo que Dios quiere darles.

• En primer lugar, orar sobre el asunto con fe y determinación.

• En segundo lugar, buscar asesoramiento en sus pastores, hermanos fieles y serios, médicos cristianos, etc. El pueblo de Dios hoy en día ha comprendido la importancia de una relación matrimonial feliz y no guarda silencio en eso.

Debe haber decoro pureza e intimidad en las relaciones sexuales (El Señor está presente). No deben sentirse avergonzados, ni culpables, porque son sagradas y personales. Pertenecen sólo al matrimonio y ningún intruso puede ni debe invadir su intimidad.