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Dr. RUBEN JORGE RODRIGUEZ
Secciones
La crianza de los hijos
Base Bíblica:
Génesis 1:28; Deuteronomio 6:4-9; 20-21; 7:6-11; Salmos 78:5-8; Malaquías 4:5-6; Marcos 10:13-16; Lucas 2:43-52; Efesios 6:4; Colosenses 3:21.
INTRODUCCIÓN:
El matrimonio y el ser padres, no es lo mejor de la vida, lo mejor es amar a Dios, y el formar hijos es uno de los medios para hacer Su voluntad. No es la única forma de expresar el amor de Dios, pero para aquellos que son padres, es la más básica y común y que toca a la mayoría.
Si entendemos la importancia de la familia, su aporte al propósito de Dios, de la sociedad y la iglesia, podremos valorar, que no hay nada más importante que una buena relación entre padres e hijos.
Dios quiere que Su reino se instale en los hogares, pero sabemos que también allí es donde también comienzan los problemas que mas afectan a la sociedad, y estos tienen mayormente su origen en la mala relación entre padres e hijos. Cristo ha venido para reconciliarnos y unirnos. (Efesios 2:13-17)
DIOS ESTA RESTAURANDO LA FAMILIA:
La última palabra del antiguo testamento tiene que ver con la restauración de la familia. “He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.” (Malaquías 4:5-6)
Cuando vino Juan el Bautista, (Lucas 1:13-17) no comenzó su ministerio poniendo una base política o económica, sino llamando al arrepentimiento y a la reconciliación entre padres e hijos, base de toda sociedad organizada.
Dice M. Hancock en su libro “Vidas en formación”. Es hora de que los padres, ejerzan su derecho y responsabilidad de criar a sus hijos, bajo la protección de Dios y para Dios. Desde la antigüedad, el arte de la paternidad, ha estado en mano de aficionados como nosotros. Y los aficionados que mejor hacen su trabajo, son los que reconocieron desde un comienzo, que dicha tarea les corresponde a ellos. Tengamos pues confianza en Dios, en nosotros mismos y en nuestros hijos.
Lo que hacemos hoy al criar y formar a nuestros hijos, es una tarea profundamente espiritual, poniendo la base correcta, la de Dios. Porque de la manera en que recibimos esta palabra, quedará determinada la salud personal del futuro hombre, su higiene mental y aún la salud o vida de la iglesia, que es el conjunto de hombres, formados en el temor de Dios. Ese será nuestro aporte al bienestar de la sociedad en general.
Dios colocó al niño en el seno del hogar, dependiendo en todo de sus padres, antes de enfrentar la vida. La creación animal es diferente; allí las crías nacen, y casi de inmediato se alejan de sus progenitores. Observación de la sociedad primitiva, tribal, tradicional, tecnológica y postmoderna. (Comentario situacional)
Los primeros cinco a siete años en la vida del niño, son de tremenda importancia para la formación su carácter. ¡Aprovechémoslos! Honrando a Dios, el Gran Padre, de quien toma nombre toda familia humana.
LOS COMIENZOS SON DIFÍCILES.
“Todos los comienzos son duros”, dice el “Midrás” (Hebreo “Darásh” ”Interpretación”. Nombre aplicado a los comentarios explicativos y exegéticos Judíos, de las Sagradas Escrituras). Es difícil el comienzo en la vida matrimonial.
Aprender a vivir en familia, es un desafío que pone en juego todos los recursos del amor y la entrega de una pareja. Pero el tener un bebé, además de ser una alegría indescriptible, puede poner en serio conflicto la relación matrimonial.
La dedicación de la esposa al niño, y su atención casi exclusiva al mismo, despierta los celos del marido. Quién por otro lado, habiendo sido tierno y cariñoso con su esposa durante el embarazo, ahora se torna impaciente y exigente, quiere que la vida vuelva a la normalidad y que vuelva pronto.
Ser padres es una situación, que requiere el máximo que podemos dar. Es una experiencia que nos llevará a nuestro Padre Celestial por gracia, para realizar bien la tarea.
LOS HIJOS SON MAGNÍFICOS
Debemos tener esta perspec¬tiva y verlos como personas en proceso de crecimiento. Tener un bebé en la casa, es una experiencia inolvidable. Debemos combatir el concepto de que los niños son solamente barulleros, costosos y difíciles de manejar. Los niños son magníficos, son herencia de Dios. Existe en ellos el potencial para cambiar este mundo y hacer con nuestra familia, la gran familia de Dios. Debemos aprender a disfrutar de nuestros hijos.
DEBERES DE LOS PADRES
1. LOS PADRES DEBEN SER EJEMPLO PARA SUS HIJOS.
Los hijos serán como son los padres. Los hijos copian todo lo que ven y oyen de sus padres. Hasta los cinco años no tienen otra forma de aprender, imitan a los demás en gestos, hábitos, tono de voz, vocabulario, dicción y aún el jugar con otros, está moldeado por lo que ve en los padres.
“El factor de mayor influencia en la cultura de los niños es la imitación.” La atmósfera del hogar, no se palpa pero se trasmite, las imágenes que se graban en las mentes de los niños, influyen en la dirección de sus vidas.
EL HOGAR MOLDEA EL CARÁCTER DEL NIÑO
Las actitudes de los cónyuges y los hechos de cada día. (Nuestras reacciones, más que nuestras acciones) moldea el carácter de los niños. Ellos actúan ante un hecho, de la misma manera que lo hicieron papá o mamá. Las reacciones emocionales atraen a los niños rápidamente. "Y todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así haced vosotros con ellos." (Mateo 7:12)
2. LOS PADRES ANTE TODO, DEBEN AMAR Y ACEPTAR A SUS HIJOS. (Salmos 127:3-4)
¿Como demostramos ese amor?
a) A través del contacto físico. Amamantar, hablar, acariciar.
b) Dedicándoles tiempo. Considerando sus intereses; jugando con ellos. No sólo vigilando y corrigiendo.
c) No haciendo acepción de personas. (Génesis 25:28) Isaac y sus dos hijos. Luego Jacob malcrió a sus doce hijos. (Génesis 37:3) Malcriar produce desobediencia, “viveza” y parcialidad.
Algunas heridas que dificultan la comunicación del amor
a) Gestación prematrimonial. Suelen ser víctimas de rechazo o de la vergüenza de la madre.
b) Niños indeseados o inesperados. Suelen padecer rechazo, temor, inseguridad. Sanar.
c) Adoptivos. Han experimentado rechazo y abandono. Es necesario decirles la verdad, para al menos no hacerlos victimas de engaño. Si se enteran por terceros, será para ellos un golpe difícil de superar.
El Señor vino a vendar a los quebrantados de corazón. (Isaías 61:1)
Vino para deshacer las obras del diablo. (1ª Juan 3:8)
Suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria. (Filipenses 4:19)
3. SIETE COSAS QUE LOS NIÑOS NECESITAN.
1) LOS NIÑOS DEBEN SER JUSTAMENTE VALORIZADOS.
Deben saber que se los ama, valora, aprecia ser tenidos en cuenta y reconocidos como personas pequeñas.
¿Como darle valor al niño?
a) El valor del padre hacia si mismo y lo que hace, da al niño significado y valor.
b) Dejando que ayude en la casa.
c) Presentándolo a quienes vienen a casa.
d) Dejando que hable y participe en las conversaciones. (Pero QUE NO SEA EL CENTRO)
e) Valorando sus opiniones.
f) Dedicándole tiempo.
g) Confiándole tareas y responsabilidades.
2) LOS NIÑOS NECESITAN, SEGURIDAD:
Los padres seguros de si mismos, ayudan a formar hijos se¬guros de si mismos.
Por eso debemos ser libres o sanos de todo complejo de inferioridad o inseguridad.
¿Qué produce inseguridad?
a) Los conflictos entre los padres o la ausencia del padre o de la madre.
b) Los cambios y las mudanzas.
c) La falta de disciplina.
d) La crítica continua.
e) Recibir “cosas”, en vez de afecto.
¿Que contribuye a la seguridad de los hijos?
a) Que sus padres se amen mutuamente y le expresen amor continuo.
b) La unidad de la familia, el acuerdo,
c) La paz del hogar,
d) La sana rutina de la casa.
e) Acariciar a los hijos.
f) Reglas y límites claros. Firmeza para su implementación.
Hay fuentes de confianza:
a) Cuando se actúa bajo la dirección de la palabra de Dios.
(Cristo mora en nosotros y con El todo lo podemos). Ver Filipenses 4:13; 2ª Corintios 3:5; Colosenses 1:27
b) Auto aceptación y valorización de si mismo.
3) Los niños necesitan aceptación:
Nuestra aceptación afecta su salud mental y emocional.
Debemos expresarles nuestra aceptación:
a) Por ser nuestros hijos.
b) Por lo que han alcanzado.
¿Porque no se sienten aceptados nuestros hijos?
a) Porque se los critica continuamente.
b) Porque los comparamos negativamente con otros.
c) Porque pretendemos que alcancen, lo que los padres no alcanzamos.
d) Porque los sobreprotegemos.
e) Porque esperamos o pedimos demasiado de ellos. (Que sean los mejores y no lo mejor que pueden ser).
¿Qué es lo que produce aceptación?
a) Reconocer al hijo como especial. (Como único)
b) Ayudándole a encontrar satisfacción en sus logros.
c) Dándole a entender que es amado. Gustando de su compañía.
d) Aceptando a sus amigos.
e) Manteniendo una relación honesta y genuina con el.
f) Escuchándole cuando habla.
g) Respetando su personalidad.
4) EL NIÑO NECESITA SER AMADO Y AMAR
El amor es algo que se aprende, es una respuesta aprendida.
El amor entre padres afecta y enseña a los niños.
El amor también debe ser comunicado verbalmente.
Siempre debemos amar más a las personas, que sus hechos o posesiones.
5) LOS NIÑOS NECESITAN SER RECONOCIDOS
Martín Luther King dijo: "No uses la vara, y malcriarás a tu hijo, pero además de la vara, ten a mano una manzana para regalarle cuando haya hecho algo bueno"
Si queremos ayudar a otros a ser personas hermosas, debemos hacerlo a través de un sincero reconocimiento y dándoles estímulo. (Hebreos 10:23-25)
Guías para estimular a los hijos.
a) Debemos reconocer lo que nuestro hijo hizo y no por personalidad¬.
b) Debemos reconocer aquello de lo cual es responsable y los logros alcanzados, y no señalar permanentemente lo que no pudo hacer.
c) Es necesario que el niño sea reconocido por gente importante.
d) Se lo debe alentar sinceramente, para enseñarle a aceptar con humildad las felicitaciones y honores.
e) Se le debe felicitar por lo que hizo siguiendo su propia iniciativa.
f) Debemos aprender a reconocer sus buenas acciones, lo antes posible.
g) Nuestras actitudes hacia el son muy importantes.
h) Debemos dejar de hacer lo nuestro para oírlos.
i) Compartir sus alegrías y fracasos.
6) LOS NIÑOS NECESITAN SER CORREGIDOS
No es solamente corrección, es primeramente instrucción y enseñanza, luego viene la corrección si es necesaria, Larry Christenson en su libro La Familia Cristiana dice que el procedimiento debe ser:
AMAR (luego) ENSEÑAR (luego) CORREGIR
La inspiración es el gran secreto de la corrección. Si los padres están felices y contentos el uno con el otro, con la vida, el trabajo, etc., inspirarán a los hijos correctamente.
En la enseñanza
a) Las demandas o reglas deben ser claras.
b) Es imprescindible ordenar sólo lo que haremos cumplir y no muchas cosas.
c) Debemos estar seguros, que el niño comprendió la instrucción.
d) El cumplimiento de lo instruido para el niño debe ser posible.
“Instruye al niño en su camino, Y aún cuando fuere viejo no se apartará de él”. Proverbios 22:6
El proceso o método en la corrección:
a) La corrección debe comenzar, hablando con el niño cuando se ha desviado de lo indicado.
b) Las medidas correctivas deben ser empleadas cuando el desvío es intencional.
Hay tres cosas que no se deben pasar por alto y en las cuales se deben tomar medidas:
1. La mentira.
2. La desobediencia.
3. La insolencia.
Proverbios 22:15. “La necedad esta ligada en el corazón del muchacho; Mas la vara de la corrección la alejará de el”.
No debemos alimentar la pereza, la necedad, la indisciplina o la insolencia.
Cuidados en la corrección
a) No se debe corregir por fastidio, las medidas no deben ser una descarga emocional.
b) Corregir no es gritar, insultar, ofender o golpear al hijo.
c) Se debe evitar avergonzar al niño corrigiéndolo públicamente.
El orden de Dios es amar, enseñar y corregir. Los tres son fundamentales. Sin uno de ellos hay desequilibrio y fracaso.
7) LOS NIÑOS NECESITAN A DIOS, EL PADRE CELESTIAL. (Salmos 127:1)
a) Por eso les hace falta la imagen de padres que aman a Dios.
b) Viendo la fe de los padres frente a los problemas de la vida, a su tiempo se acercarán a Dios.
c) Recibiendo la instrucción de la palabra de Dios “La fe viene por el oír”.
d) Participando de la alabanza a Dios y cuando los padres ministran a Dios cotidianamente en la casa. Deuteronomio 6:6-7; 12:20-21; Proverbios 22:6; Efesios 6:4; Salmos 78:5-8.
8) LOS PADRES DEBEN PROVEER PARA LAS NECESIDADES MATERIALES DE SUS HIJOS.
(2ª Timoteo 5:8; 1ª Tesalonicenses 4:11-12; Proverbios 31:15-21).
HAY QUE PROVEERLES:
Alimentación nutritiva, equilibrada y sabrosa.
Debemos ocuparnos que su alimentación sea la necesaria. Cuidado con los caramelos, chicles, etc. Los niños deben aprender también a comer frutas y verduras. No es cierto que cuanto mas gordos sean, son más saludables. No se les deben permitir los caprichos o que no coman ciertas cosas. Todo lo que Dios creo es bueno.
Vivienda digna:
Al hacer la casa debemos pensar que los niños necesitan su habitación. Los varones deben dormir en una habitación separada de las mujeres y por supuesto de los padres. En la casa debe haber comodidad prolijidad y orden.
Vestimenta:
No debemos tener vergüenza de aceptar la ropa usada que nos hayan regalado hermanos o parientes. ¡Cuidado con el orgullo!. ¡Dios puede estar proveyendo para tus necesidades de esta manera!. También los menores se deben acostumbrar a usar la ropa del hermano mayor. Desde temprana edad hay que enseñarles a vestir modes¬tamente, resistiendo moda Unisex y las propagandas que son instrumento de la sociedad de consumo, (marcas, etc.)
Cuidado de la salud:
No dejar que pase el tiempo cuando se encuentren enfermos. Oremos por ellos, pero pronto sin ser remisos es necesario llamar al médico. La madre debe hacer vacunar a los niños según el plan establecido. De¬bemos hacer revisar su dentadura por un odontólogo una o dos veces por año. Cada familia debería tener un libro de medicina práctica para consultar cuando se enferman los niños, sólo para estar informados, no para diagnosticar, ni medicar. No debemos medicar según lo que nos parece o nos recomienden quienes no están facultados para hacerlo.
Un hogar seguro:
Es asombroso saber cuantos niños se accidentan o mueren por el descuido de los padres. Aseguremos que los enchufes estén protegidos. Que no puedan subirse las escaleras, o salir al balcón sin baranda.
Formación intelectual:
Hay que hacerles o comprarles juguetes, desde la cuna en adelante. Podemos estimular el desarrollo de la mente con juguetes, y luego cuando tengan más edad, con hobbies que desarrollen su interés. También debemos enseñarles a conversar, leer libros buenos, en lo posible cristianos, asignarles lecturas bíblicas, tomar interés por sus estudios sin enfatizar tanto las buenas notas, para no generarles competencia o desánimo. ¡Cuidado con la TV! (Lucas 2:52)
Formación cultural:
¿Qué es la cultura? Alguien ha dicho que: “La cultura es lo que queda, después que se ha olvidado todo lo que se ha aprendido”. Debemos enseñarles a valorar la buena música, literatura y pintura. También a conocer y valorar otras culturas, individualidad, creatividad, idioma y no despreciarlas por ser diferentes a la nuestra.
Formación ético moral:
Todos deberíamos leer nuevamente el libro de Proverbios y el Sermón del monte, (Mateo 5; 6; 7) y los jóvenes especialmente. La formación ético moral, tiene que ver con una conducta responsable y consecuente ante Dios y la sociedad. Se trata de una educación que ayuda a lograr el dominio propio de los sentimientos y un andar en base al pleno ejercicio de la voluntad de Dios. En todo esto, buscamos que se aprenda a decir la verdad, a ser responsables, “sea tu hablar si, si, no, no”. Que haya respeto por las personas, que se honre a parientes y vecinos. Que no haya gri¬tos o insultos ni desprecio por ser humano.
Educación sexual:
Esta comienza en casa, con los padres hablando y actuando con naturalidad. Diciendo la verdad acerca del cuerpo humano y su funcionamiento. Y se prueba viendo el trato caballeresco del padre a la madre, como vaso más frágil.
Vivimos en una sociedad que ha perdido el respeto por la mujer. Debemos ayudar a recuperar la dignidad de la mujer. Hay que ir enseñando so¬bre marcha y no después cuando no es natural. Cada niño necesita una respuesta en armonía con lo que es capaz de comprender. Debemos corregir la enseñanza humanista que se da y seleccionar lo que se ve en televisión o en el cine. Si aún hay traumas e inhibiciones en los padres, acerca de temas sexuales, estos deben sanarse, para poder atender la formación de sus hijos.
Formación espiri¬tual y bíblica:
Los padres somos responsables directos de que nuestros hijos conozcan a Dios. (Salmos 78:5-8) El nos ha dado los medios para cumplir con esta responsabilidad. Tenemos al Espíritu Santo, guiándonos a toda verdad y dándonos poder para cumplir Su Voluntad. La palabra de Dios. (Salmos 19:7-11) Podemos orar, interceder y clamar a Dios (1ª Juan 5:14-15) y también la compañía de hermanos preciosos. Es fundamental trasmitir el amor a Dios en los primeros años de vida, ellos son capaces de conocerlo en edad temprana.
¿Cómo trasmitir ese amor?
Orando por ellos, leyéndoles historias bíblicas, cantando y alabando a Dios con ellos, llevándolos a las reuniones explicándoles el propósito eterno de Dios. (Job 1:5)
Siendo ejemplos constantes de Cristo. “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro padre que está en los cielos.” (Mateo 5:16)
Dios responsabiliza a los padres por la formación y la conducta de sus hijos. El es nuestro ejemplo de Padre. Muchos de nosotros tuvimos una niñez difícil y no la podemos cambiar, pero si nos disponemos a su obrar, podremos cambiar y hacer feliz la niñez de nuestros hijos.