Kerigma y Didache, la palabra de Dios

“Kerigma” (Proclama) y “Didache” (Doctrina) coexisten dentro del canon Bíblico. La palabra de Dios para edificación de la iglesia, como también algunas otras expresiones, que forman parte de la narrativa histórica o de hechos puntuales, útiles como información general o referencia, pero que no apelan a nuestra fe, ni nos demandan obediencia. Por ejemplo: En Job 1:6-12 leemos palabras del diablo; luego, en Job 2:9-10; palabras de la esposa de Job; en 2ª Timoteo 4:13; palabras de Pablo, en Números 2:22-31; una asna habló al profeta.

¿Qué es pues lo que debemos considerar dentro de las Sagradas Escrituras como LA PALABRA DE DIOS para edificación de la iglesia? (Mateo 28:19-20). ¿Cuáles son las verdades que conforman TODO EL CONSEJO DE DIOS, para todos los hombres de todo lugar y de todos los tiempos? (Hechos 20:25-27). Porque de no saber qué ENSEÑAR A GUARDAR, la enseñanza se volverá subjetiva, el plano del fundamento no quedará claro y la obra finalizada tendrá más ingredientes del gusto del constructor que del “Dueño del Edificio”.

Veamos ahora dos elementos concretos para la edificación de la Iglesia: el KERIGMA APOSTÓLICO y La Doctrina De Los Apóstoles. Ambos son Palabra de Dios.


a) KERIGMA: (Proclama)

• Es una proclama.
• Su contenido es la verdad.
• Revela a Cristo, el hecho de Cristo.
• Apela a la fe.

b) DIDACHE: (Doctrina)

• Es enseñanza.
• Su contenido son mandamientos claros, revela la Voluntad de Cristo.
• Apela a la obediencia.


1. Kerigma: (Proclama)

El kerigma es la proclama con autoridad y unción, del gran hecho de Cristo, presente y activo en¬tre los hombres, para conducir a los que creen a su salvación y transformación.

Es una “dynamis”, una acción o irrupción del Espíritu, por lo tanto no debe realizarse en la frialdad de un aula académica, sino en la calidez de la Iglesia, sea en la predicación a los pecadores, en la gran asamblea congregacional o en los dos o tres que se reúnen en Su Nombre, como un fenómeno de operación sobrenatural.

El que anuncia la proclama, no debe ser un repetidor mecánico de los rudimentos del mensaje cristiano, sino un hombre lle¬no del Espíritu Santo..


a) Características del kerigma:

• Es la proclama de la verdad con respecto al gran hecho de Cristo. (Hechos 2:22-36).

• Es la Verdad. Esa Verdad es Cristo mismo. (Juan 14:6).

• Es la Verdad revelada por el Espíritu de Verdad. (Juan 16:13).

• Es la proclama realizada bajo la unción del Espí¬ritu Santo. (Juan 15:26).

• Su función es dinámica. Cuando alguien cree esa verdad, la verdad opera dentro del que recibe a Cristo por la fe, por el oír con fe, (Gálatas 3:2-5) produciendo vida, gracia y experiencia.

• Todo ya fue realizado por la obra redentora de Cris¬to. El dijo: "destruid este templo y en tres días lo levantaré”. Todo fue realizado por medio de su muerte y resurrección. El contenido del Kerigma, es la proclama de este hecho. El que escucha con fe, participa del hecho y sus connotaciones experimentándolo en su propia vida.

• Esta es la médula del Kerigma, esta es su dinámica “...agradó a Dios salvar a los hombres por la locura de la predicación”. (1ª Corintios 1:18-25)

• Su contenido no es algo vago, indefinido e intermina¬ble sino, definido y concreto.

• Debemos conocerlo, creerlo y proclamarlo.


2. Didaché: (Doctrina)

Consiste en enseñanzas, instrucciones y mandatos claros, que revelan la Voluntad de Dios para nuestras vidas. (Tito 2:1-10; Mateo 7:28-29). Dichos mandamientos son imperativos.


a) Características de la Didaché:

• Es simple y clara. (Mateo 11:25)

• Es un cuerpo concreto de enseñanzas, no es intermi¬nable. (Mateo 28:20) “.todas las cosas que os he mandado..." Del mismo modo Pablo en tres años anunció “todo el consejo de Dios”. (Hechos 20:26-27; 2ª Timoteo 2:2; Filipenses 4:9).

• Se repite. (Filipenses 3:1; 2ª Pedro 1:12-15; 1ª Juan 2:7) Sirve para instruir, exhortar, amonestar y reprender. (Romanos 15:14; Colosenses 3:16; Tito 2:15).

• Concreta lo que ya sabemos; “en aquello a que hemos llegado, sigamos una misma regla.” (Filipenses 3:16)


b) ¿Cómo penetra la doctrina?

1. Por conocerla.

2. Por aceptarla y disponernos a su obediencia. (Decisión voluntaria).

3. Por encarnarla. (ponerla por obra).

4. Por comunicarla. (Saber enseñarla).


c) Tres elementos esenciales:

• Visión clara: Comprender claramente el propósito de Dios. De modo que toda obediencia, iniciativa o actividad, colabore y forme parte de ese propósito.

• Convicción profunda. Se recibe cuando estamos seguros de que algo es de Dios. Es el Espíritu el que da testimonio a nuestro espíritu. Debemos decir: "Esto es del Señor”.

• Ponerlo por obra: Actuando con determinación absoluta. (Josué 6)



Definición:

Discípulo es aquel que CREE todo lo que Cristo dice, y HACE todo lo que Cristo manda...

Cree el kerigma y obedece la didaché.


3. RELACION ENTRE: Kerigma y Didaché

Vemos ahora dos elementos concretos para la edifi¬cación de la iglesia: verdad y mandamientos.

Estos aspectos constituyen la esencia de la Palabra de Dios. En esta lección, queremos observar la relación existente entre ellos.

¿Por qué los mandamientos fríos rebotan tan fre¬cuentemente?
¿Por qué los mandamientos de Dios afectan tan poco la vida de muchos creyentes?
Pocos pueden decir como el apóstol Juan: "Sus mandamientos no son gravosos”. (1ª Juan 5:3). El elemento clave que relaciona la verdad con los mandamientos, es la FE.


CONTEMPLEMOS UN POCO MÁS EL KERIGMA Y LA DIDACHE.

Todo lo que debemos considerar palabra de Dios para edificación de la iglesia, tiene uno de estos dos to¬nos: verdad o mandamiento. La verdad apela a la fe. La fe es el motor que posibilita la vida cristiana. La fe es la que conduce a la obediencia.

Cuando se proclama la VERDAD de Dios, el Espíritu Santo suministra GRACIA a los oyentes, los cuales CREEN. Esta GRACIA es la que hace posibles los cambios, ajustes y disciplina que Dios requiere de nosotros. En la práctica funciona de la siguiente manera:

Cuando alguien oye la verdad con fe, se le hace claro un cuadro confuso, comienza a ver de otra manera, y dispone su corazón para hacer los ajustes indicados. Lue¬go recibe el mandamiento correlativo que indica la Voluntad de Dios y da lugar a la verdad por medio del mandamiento específico. El Espíritu Santo realiza en él la mente de Cristo y en la medida que lo permite, lo conformará a Su misma imagen.

Cristo en nosotros, es el secreto que facilita esa transformación. (Romanos 12:1-2) La obra específica del Espíritu Santo, su tarea principal, es transformarnos a imagen de Cristo. Es sin embargo imposible, que lleve a cabo esta obra, sin la cola¬boración y el acuerdo de nuestra propia voluntad. Debemos creer y obedecer. (Hebreos 11:6)


El orden práctico es así:

1) Proclama de la Verdad.
2) Generación de la Fe.
3) Obediencia a los mandamientos específicos.

Esto permite la transformación y edificación de nuestras vidas, en la voluntad de Dios. Amamos a Dios (3), porque creemos (2), que El nos amó primero (1). (1ª Juan 4:19)


a) LA VERDAD

Debemos proclamar en primer lu¬gar, la Verdad de Dios. Lo que El es, lo que ha hecho, sus motivaciones, atributos, etc. Al creer esas verda¬des, resulta factible obedecer los mandamientos correlativos. La fuerza para obedecer procede de Cristo que vive y obra en nosotros por la fe. (Gálatas 2:20; Filipenses 2:13 y 4:13).


b) EL MANDAMIENTO:

La verdad, siempre deriva en man¬damientos claros, que surgen de esta misma verdad. La obediencia forma nuestras vidas en la Voluntad de Dios. Es necesario anunciar esta verdad, de modo que pene¬tre y genere obediencia para edificar, haciendo los ajustes necesarios, con disciplina, en sujeción a los requerimientos del Señor.

Sin la gracia suministrada por oír la Verdad de Dios, sus mandamientos son pesados, gravosos. Pero la fe que viene por el oír, y da gracia ,y actúa antes que los resultados se manifiesten. La fe es la que hace sensatos los mandamientos, porque mira a Dios.


Ilustración: "Dad gracias en todo" (1ª Tesalonicenses 5:17). Como manda¬miento frío parece insensato, hasta que creemos que “a los que aman a Dios, todas las cosas ayudan a bien” (Romanos 8:28). Por ejemplo dar gracias a Dios por un accidente o un contratiempo, parece cosa de “locos”, hasta que se fija la mirada en El, que es quien ordena nuestros pasos, de acuerdo con su propósito en gracia. (Éxodo 13:17)


c) FE Y OBEDIENCIA:

Leer Hebreos 11:1-3; Santiago 2:14-26. El justo vive por la fe (explica la vida por medio de la fe). Es la fe la que provoca obediencia. La verdad se proclama para producir fe. Donde hay fe, es fácil y natural obedecer. Obedecemos porque creemos. La fe y la gracia de Dios nos permiten llevar a cabo la Voluntad de Dios. Es pues la fe la que produce obras.

¿De dónde proviene la fe? ¿Qué relación tiene con la verdad? (Romanos 10:17) Fe es creerle a Dios, creer todo lo que Dios dice. Fe no es “creer en cual¬quier cosa”; no es ser presuntuoso, ni iluso. Abra¬ham creyó a Dios, antes que a todos los datos sensibles.


OBSERVACIÓN: La fe se puede debilitar, Veamos dos ejemplos:

• Nuestros pensamientos (debemos llevarlos cautivos a obedecer a Cristo).
• Nuestros sentimientos (son muy variables y circunstanciales).

Es sencillo obedecer la voluntad de Dios con Fe. Pero si nos dejamos llevar por la razón o las emociones, seguramente las dificultades y problemas, aparecerán más grandes que el poder de Dios y no cumpliremos Su Voluntad, por clara que parezca. (Números 13:16; 14:12; 1º Samuel 17.4–54).