Acerca del Casamiento, Divorcio y Nuevo Matrimonio

Estudio desarrollado por: A.L.

Intruducción:


Antes de abordar concretamente el tema del epígrafe y para favorecer su análisis contextual, con seguridad nos será conveniente hacer un breve examen a los distintos elementos que interactúan dentro de dicha problemática.

En esta dirección y en primer lugar tenemos por supuesto al individuo humano en cuestión; su condición actual, cultura, valores y conciencia moral, con su particular capacidad de reconocer y respetar límites.

En segundo lugar, el ámbito formativo de dicho individuo. La sociedad de este tiempo, la reciprocidad de su mutua influencia y su perfil sociológico.



1. EL ENTORNO SOCIAL

Nuestra generación transcurre en la llamada “posmodernidad”. Nombre este, empleado para describir al movimiento de fines del siglo XX, que originado como un estilo en el campo de la arquitectura, se ha extendido a otros ámbitos del arte y la cultura, caracterizándose por su oposición al racionalismo y funcionalismo modernos, su culto al individualismo y la falta de compromiso social.



Estos mismos principios influyeron en la actual concepción filosófica de la vida, estimulando el desarrollo cultural de toda una sociedad sin normas, dedicada a la búsqueda permanente de bienestar personal; favoreciendo el desarrollo de un humano tipo, que por rechazar patrones de vida comunes, carece de formación en el respeto de límites, (maduración volitiva) y que, desbordando su espacio y derecho, vulnera tanto la seguridad propia como la de otros.



El individuo formado en esta realidad, es nomo fóbico. Su insatisfacción por la vida e inhabilidad para resolver las consecuencias de formar parte de una sociedad sin ley. Le producen: compulsión por evadirse de las realidades desagradables, obsesivo anhelo de bienestar y necesidad de gratificación instantánea. Profunda distorsión en la elección de valores y falta del sentido del deber que produciría la correcta adopción de los mismos.

El corolario de su vida, es una ecuación que al integrar estas realidades, expresa un estado de verdadero caos, análogo al desequilibrio que resulta en aquellos que disponen de mayor libertad, de la que logran administrar. Y esto, debido al precario desarrollo de su voluntad. Aplazada por la omisión de los valores que inexcusablemente le conviniera haber adoptado.



Esta falta de normas, por supuesto alcanza también la aceptación de las funciones propias del hombre y la mujer dentro del matrimonio. Causando una importante distorsión en las tendencias naturales, capacidades y responsabilidades que Dios mismo distribuyó a cada uno de los cónyuges; a fin de favorecer el armonioso desarrollo de la familia, como base estructural de toda la sociedad humana. (Génesis 2:18-23)



2.LOS EFECTOS DE UNA SOCIEDAD SIN LEY, EN LA CONYUGALIDAD.



El aludido relativismo imperante, ha afectado profundamente la adopción de los valores que debieran actuar como reguladores de la conducta social. Facilitando el desarrollo de un individuo autocomplaciente, que sin principios ni formación, se entrega a sus propias apetencias. Una personalidad carenciada y egocéntrica, con serios conflictos propios, que hallan un excelente foro de expresión al socializarlo, ocasionando daños a terceros, al incurrir por egoísmo en actos de irresponsabilidad o injusticia.



Por supuesto y ya que en el matrimonio, encontramos la forma de relación interpersonal más próxima y participativa, este suele convertirse en el sitio ideal para exteriorizar las carencias individuales de cada uno de los cónyuges. Produciendo en muchos casos, relaciones insatisfactorias que facilitan la consideración de una infidelidad. O tan desgastadas que sugieren deshacer el vínculo matrimonial original y vitalicio; con la intención posterior de generar otro de menor disidencia, o correspondiendo a nuestra cultura hedonista, uno nuevo, que sencillamente nos proporcione mas placer.



Es seguramente por estos motivos, que con el sincero deseo de brindar conveniente respuesta al creciente número de matrimonios en crisis o fracturados, que presenta nuestra sociedad. Se ha producido dentro del seno de la iglesia, un notable aumento de la discusión sobre el tema que abordamos; casamiento, divorcio y nuevo matrimonio.



En esta dirección, es necesario aclarar y asumir, que cualquier análisis que favorezca el descubrimiento, la profundización o el reconocimiento de las eternas verdades escriturales, en ningún modo debiera conferirnos autoridad alguna para actuar como propietarios de esa verdad, sino como esclavos de la misma. Será conveniente por lo tanto, considerar como absolutamente indebido desde nuestra ubicación de siervos, convertir en controversial, un tema sobre el cual Dios mismo; se ha expresado claramente en un sentido, en tanto que ha omitido pronunciarse al respecto, en cualquier otro sentido.



3º Juan 1El anciano a Gayo, el amado, a quien amo en la verdad. 2Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. 3Pues mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de tu verdad, de cómo andas en la verdad. 4No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad.



3. ¿QUÉ ES EL MATRIMONIO?



La familia, es creación de Dios, no el resultado de alguna inteligente reflexión humana; es la comunidad primaria de la raza humana, la célula primigenia sobre la cual se debe estructurar estable y ordenadamente toda la sociedad. Dentro de ella, el matrimonio es su núcleo básico y sostén.



Siendo el matrimonio una institución de origen divino, debemos aceptar que los principios sobre los cuales se sustenta, fueron considerados oportunamente por Dios mismo y convendrá respetarlos incuestionablemente. Sin pretender profanar su perfecto significado.



Génesis 2:18Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él...... 21Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. 22Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. 23Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.



Algunos principios incuestionables que surgen del relato creacional del hombre y la mujer:



§ El hombre y la mujer no son dos seres creados independientemente. Sino un solo ser, del cual se tomó lo conveniente para crear otro.



§ La división de ese primer ser único y original, para obtener el otro ser, no fue por la mitad, sino separando cuidadosamente sus atributos y capacidades, de acuerdo con sus responsabilidades y funciones, para posibilitar el desarrollo del propósito eterno de Dios. (Génesis 2:20-23; Romanos 11:)



Génesis 2: 24Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. 25Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.



Algunos principios incuestionables acerca de la creación del matrimonio.



§ Los contrayentes deben dejar la precedencia del hogar paterno para iniciar una nueva familia. Esto a su vez fortalece en la unión matrimonial el necesario testimonio público de su constitución.

§ El matrimonio es una institución de carácter exclusivamente monogámico.



§ El matrimonio es una institución de carácter exclusivamente heterosexual.



§ Es el vínculo humano de mayor integración, comprendiendo todos los aspectos de la vida del hombre con su mujer; u­nidad física, (sexual), económica, afectiva, espiritual, con comunidad de proyecto. Jesús cualifica su constitución diciendo que Dios mismo es el que los une. (Mateo 19:5-6)



4. ¿QUÉ ELEMENTOS CONSTITUYEN EL MATRIMONIO? (Malaquias 2:13-14)



Antes de otras observaciones, nos será conveniente determinar, cuales son los estados de convivencia conyugal, que deben ser considerados como matrimonio.



a) Estableciendo en primera instancia ¿Cuales son los elementos que constituyen el matrimonio?



b) Y en segundo lugar ¿Que requisitos son necesarios para que un hombre y una mujer regulen su relación al estado que Dios estableció como matrimonial?



Mateo 19: 4Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, 5y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? 6Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.



El matrimonio, es la unión vitalicia entre un hombre y una mujer, convenida de acuerdo con la ley, regulada y ordenada a la creación de una familia.



Al ser esta una institución de origen divino, su regulación, no se basa en alguna conclusión técnica del Derecho Civil o en los acuerdos de un sínodo eclesiástico sino, en la afirmación y aceptación de un hecho creacional y Divino, que el ordenamiento Civil debe regular en armonía con tales principios, por el efectivo interés de la sociedad.



Consecuentemente, el matrimonio quedará constituido por la unión de un hombre con una mujer en edad núbil. Que en libre ejercicio de su voluntad individual, ausentes de vínculo matrimonial anterior, o en estado de viudez; sin próximo parentesco entre ellos, (Levítico18:1-18) y de común acuerdo, estén dispuestos a cumplir con:



§ Pacto Mutuo: El acto de comprometer sus libres voluntades a convivir en el estado de matrimonio; asumiendo cada uno en dicha conyugalidad, la responsabilidad que le será propia e inherente a su rol; aceptando asimismo la correspondiente función del otro; bajo cualquier circunstancia temporal, observando fidelidad al pacto; hasta que la muerte los separe. (Malaquias 2:14)



§ Testimonio Social: Dicho pacto, no debe consumarse secretamente sino en presencia de familiares y otros socialmente vinculados a los contrayentes. Este requisito es asimismo solicitado por la ley civil, (dos testigos). Observado con la entrega de las participaciones a familiares o amigos de los contrayentes, cumplido en el acto civil y si la hubiera, en la pública ceremonia religiosa. (Romanos 13:1-2)



§ Unión en una sola carne: La consumación de la unión sexual de la pareja.



El resultado de la observación de este orden, es una institución de origen divino y ordenamiento civil, de carácter vitalicio, monogámico, heterosexual; concretada mediante el pacto voluntario y público de sus contrayentes y sellada por su unión en una sola carne, (la relación sexual).



Ahora bien ¿Si es de este modo? ¿Cuáles son los motivos que generan tal discusión?

5. ALGUNOS MOTIVOS DE LA CONTROVERSIA



Un motivo que propone la revisión del tema, es la presión que ejerce la realidad observable, en el cada vez mayor número de matrimonios en crisis, separados, recasados o juntados en conyugalidad irregular.



Otro de los motivos y no menos importante, ha sido nuestro sincero deseo de resolver o al menos dar respuesta por medio de las escrituras, a todas y cada una de las diferentes dificultades que presenta nuestra sociedad. Incluyendo, aquellas que fueron generadas por haber ignorado o rechazado los mandamientos de Dios.



Los hombres fuimos creados para vivir dentro de la voluntad Divina. Es precisamente por no aceptar esa normalidad que sufrimos graves consecuencias. Y aunque Dios perdona los pecados al que cree y se bautiza, (por el sacrificio expiatorio de Cristo), el recuerdo de nuestras faltas suele permanecer en nuestra memoria y en ciertos casos, sus consecuencias o efectos, se vuelven permanentes.



6. EL PELIGRO DE APORTAR UNA SOLUCIÓN HUMANISTA



Las respuestas humanistas pueden ser afectivas, empáticas, inteligentes o bien intencionadas. Sin embargo, al no proponer en primer lugar los intereses del reino de Dios, seguramente producirán un efecto diferente al buscado.



La iglesia, es la expresión del reino de Dios aquí en la tierra, por lo cual sus valores y perspectiva, deben ser inexcusablemente teocráticos, ya que tiene como alto encomendamiento, e interés primario, “el ministerio y “la palabra de la reconciliación con Dios. (2º Corintios 5:18-20)



Jesús:… llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. 35Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. (Marcos 8:34-35)


Toda solución propuesta debe ser observada desde el resultado aportado por la misma al propósito de Dios, (Mateo 6:22) ya que de otro modo, aunque satisfaga la necesidad inmediata, fragilizará la base orgánica de la sociedad humana, agregando al actual estado de caos en el que se encuentra, un nuevo agente corrosivo.

7. LA LEGISLACIÓN DE UN ERROR



Durante el gobierno del Dr. Raúl Alfonsín, en el año 1987. El honorable Congreso de La Nación, en un intento por legislar la realidad, promulgó en nuestro país la ley de divorcio vincular. Introduciendo a partir de ese momento un cambio en las familias argentinas; el matrimonio civil, dejó de ser una institución vitalicia, para convertirse en un acuerdo de convivencia temporal entre partes. A partir de ese momento, los mas de dos millones de personas casadas que se encontraban en estado de separación irregular, con innumerables juicios por distribución de bienes gananciales. Fueron regulados civilmente por el sistema que les confirió un nuevo estado; el de divorciados.



Ahora bien, habiendo transcurrido ya más de veinte años desde la aplicación de esta ley. ¿Podemos apreciar mayor satisfacción en nuestras familias? ¿Hay mas comprensión y estabilidad en nuestros matrimonios? ¿Los hijos formados en este nuevo orden, honran mas a sus padres? ¿Tienen mayor respeto por las autoridades y el orden establecido? ¿Poseen mejor educación? ¿Son mas serviciales y laboriosos? ¿Son mas sanos y amables? ¡Por supuesto que no!.... ¡De Ningún modo!



La realidad es que tanto la crisis matrimonial como familiar ha ido en franco aumento y su efecto en la vida de los hijos, es devastador. Ellos se encuentran decepcionados, inducidos al **nihilismo, muchos en proceso de desintegración familiar y reagrupamiento social, refugiados en alguna de las muchas tribus urbanas. Es evidente el aumento del perfil hedonista, el consumo de drogas y alcohol, la rebeldía, la violencia, la marginalidad, en la profundidad de las crisis de identidad y en el desaliento respecto a construir un proyecto familiar, cimentado en un hogar estable. Proyecto este que fuera otrora el principal motivador para la búsqueda de una mejor preparación profesional, o la exploración de una mejor salida laboral, o la realización de un esfuerzo administrativo conducente a cierto crecimiento económico.



¿Podremos decir aún, a través de la observación de esta experiencia que legislar un error resuelve el problema? ¡Por supuesto que no! Menos mal que somos la iglesia de Jesucristo; el reino de Dios. La iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad. La ciudad asentada sobre un monte que no se puede esconder. Nosotros no tenemos un Honorable Congreso donde alguna mayoría haga prevalecer su opinión. Nuestra ley es eterna, por ese motivo es para nosotros mucho mas sencillo, ya que no nos toca legislar, nos toca tan solo… obedecer.



Dijo Jesús: El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. (Mateo 24:35; Marcos 13:31; Lucas 21:33; 2º Pedro 1:19-20)



Una dificultad que suele quitar objetividad a nuestro juicio es el hecho de involucrarnos primeramente con la realidad de cada situación, para posteriormente tratar de buscar alguna respuesta en la verdad eterna, que posibilite la solución. Es mas seguro y desde ya nuestro deber, teniendo una clara y definitiva comprensión de La verdad, partir de sus principios, para luego aplicarlos a las diferentes realidades circunstanciales.



2º Corintios 10: 3Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; 4porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 5derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,



Dijo Jesús: …la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero. 49Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar. (Juan 12:44-50)

8. CALIFICACIONES DEFINICIONES Y SENTENCIAS


Observemos el definido significado de algunas palabras en el uso de su época y la sentencia de Dios con respecto a su práctica:




** Nihilismo: Negación de todo principio religioso, político y social. Negación de toda creencia.

a) Adulterio - moicao - moicavw: Ayuntamiento carnal voluntario entre persona casada y otra de distinto sexo que no sea su cónyuge. Se dice de hombres: (Mateo 5:32; 19:9; Marcos 10:11); y de mujeres (Marcos 10:12).



El adulterio en los 10 mandamientos: Éxodo 20:14; Deuteronomio 5:18. No cometerás adulterio.



Dijo Jesús acerca del adulterio: Mateo 5: 31También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, dele carta de divorcio. 32Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio.



Mateo 19: 9Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera.



Marcos 10: 10En casa volvieron los discípulos a preguntarle de lo mismo, 11y les dijo: Cualquiera que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra ella; 12y si la mujer repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio.



Lucas 16: 18Todo el que repudia a su mujer, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada del marido, adultera.



Dijo Pablo acerca del adulterio: Romanos 7: 2Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido. 3Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera.



1º Corintios 7: 10Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido; 11y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer.




a) <!--[endif]-->Fornicación - porneia - porneiva: Tener ayuntamiento o cópula carnal fuera del matrimonio. (Mateo 5.32; 15.19; 19.9)



La excepcional admonición apostólica. 1º Corintios 6: 18Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.



Dijo Jacobo: Hechos 15: 19Por lo cual yo juzgo que no se inquiete a los gentiles que se convierten a Dios, 20sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado y de sangre.



El apóstol Pablo acerca los adúlteros y los fornicarios. 1º Corintios 6: 9¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.



<!--[if !supportLists]-->9. <!--[endif]-->ALGUNOS ARGUMENTOS DE LA CONTROVERSIA



Seguramente, es por el sincero deseo de brindar respuesta o aportar alguna solución a las numerosas situaciones planteadas en este género, que han surgido diferentes argumentos que analizaremos a la luz de las Sagradas Escrituras. Sumando a estas el valioso aporte de la información histórica, teniendo en cuenta algunos principios de interpretación literaria, sin desconocer no obstante, la sencillez del sentido común.



<!--[if !supportLists]-->a) <!--[endif]-->Primer argumento: “Aceptar a los nuevos convertidos en el estado en que se encuentran”, justificando las diferentes irregularidades de su situación actual, en que las mismas se produjeron por haber ignorado la voluntad de Dios oportunamente. (Nahum 1:3)



El texto utilizado habitualmente para sostener este concepto es:



1º Corintios 7: 20Cada uno en el estado en que fue llamado, en él se quede. 21¿Fuiste llamado siendo esclavo? No te dé cuidado; pero también, si puedes hacerte libre, procúralo más. 22Porque el que en el Señor fue llamado siendo esclavo, liberto es del Señor; asimismo el que fue llamado siendo libre, esclavo es de Cristo. 23Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres. 24Cada uno, hermanos, en el estado en que fue llamado, así permanezca para con Dios.



Ahora bien, aplicar este argumento a parejas que conviven en estado irregular, no sería correcto. Ya que, sea su condición actual de incesto, fornicación, o adulterio, cada situación histórica debería tratarse como Dios la califica,pecado”; y Dios, jamás autorizó a hombre alguno a perpetuarse en tal estado, fuera este habitual, tenga su origen en decisiones tomadas antes de la conversión, o aún corresponda a actividades que por su práctica, se hayan convertido en un medio de vida. Sino por el contrario e invariablemente a abandonarlo. (Isaías 55:7-9; Efesios 4:17-32; Colosenses 3:1-11).



Dijo Jesús: Juan 8: 10Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? 11Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.



Lucas 14: 26Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.



Dijo el apóstol Pablo: Efesios 4: 28El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.



Tito 2: 11Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, 12enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente,



Dijo el apóstol Pedro: 1º Pedro 1: 14como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; 15sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;



Hechos 19: 18Y muchos de los que habían creído venían, confesando y dando cuenta de sus hechos. 19Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata. 20Así crecía y prevalecía poderosamente la palabra del Señor.



Proverbios 28: 13El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.



Ver: Esdras: Capítulos 9 y 10.



b) Segundo argumento: “Salvo por causa de adulterio” (infidelidad conyugal). Consiste en considerar que el adulterio, de una o ambas partes, es una falta que justifica la disolución del vínculo matrimonial, posibilitando la posterior construcción de uno nuevo. De esta especie hay distintas variantes.



En una de las tantas discusiones que los religiosos de la época sostenían con Jesús y mientras ellos, como en otras oportunidades, procuraban tentarle, sucedió el siguiente diálogo que registran las Sagradas Escrituras.



Mateo 19: 3Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa? 4Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, 5y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? 6Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. 7Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla? 8El les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así. 9Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera. (Ver también Mateo 5:32-33; Marcos 10:1-12; Lucas 16:18)



Es evidente, que los fariseos al formular su pregunta, no se planteaban conocer la verdad con mayor exactitud, ni tampoco estaban interesados en agradar más a Dios, por el contrario, ellos solo querían tentar a Jesús, sorprenderlo en algún error u obtener la aprobación de alguna ambición egoísta. Esto es al menos lo que según el relato bíblico, parecen haber notado los evangelistas; Marcos 10: 2Y se acercaron los fariseos y le preguntaron, para tentarle, si era lícito al marido repudiar a su mujer. ¿Qué decimos a esto? Que definitivamente no conviene, ni corresponde recurrir al Señor o en nuestro caso a las escrituras, con la intención de justificar a través de ellas, algún interés propio.



Dijo Jesús: Juan 5: 30No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre.



De acuerdo con esta declaración, podemos inferir, que tener algún interés o convicción personal en el resultado de una consulta, dificulta la evaluación ecuánime de los hechos observados. Por supuesto, estar implicado en un asunto, estorba o imposibilita mantener una actitud imparcial al respecto. Proceder prejuiciosamente es actuar con opinión previa respecto a algo.



Ahora bien, en los manuscritos mas antiguos y mejor conservados del evangelio según San Mateo, (en griego), leemos que Jesús, al referirse a la cláusula de excepción, no expresó “salvo por causa de (moicao moicavw) - adulterio”; sino “salvo por causa de (porneiaporneiva), fornicación”. Me permito remitir la respuesta al episodio consultado.



¿Cuál fue el texto aludido por los fariseos en Mateo 19:7 al decir? ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla?: Deuteronomio 24:1-2. Y, ¿Que dijo Moisés en Deuteronomio 24? 1Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa. 2Y salida de su casa, podrá ir y casarse con otro hombre.



¿Qué respondió Jesús?: Moisés no mandó, sino permitió; estableciendo en tal caso un requisito legal, (debía escribirle carta de divorcio) a una decisión ya tomada por el esposo, quien estaba determinado a despedirla por no agradarle lo indecente que había encontrado en ella. Y aún esto, Por la dureza de vuestro corazón.



Un principio de la hermenéutica, es que los textos deben interpretarse no solo desde la etimología de las palabras que los integran, sino también desde la situación que describen, integrando el marco sociocultural y la época en la cual fueron construidos.



En esa dirección: este pasaje se refiere a dos personas aparentemente solteras, un varón que toma a una mujer y al casarse, esta le desagrada por haber hallado en ella algo indecente.



¿Por qué motivo ni la discusión, ni el permiso excepcional deberían analizarse como un caso de adulterio, (infidelidad conyugal) para lo cual, al menos uno de los dos, debiera estar casado, sino como un caso de fornicación, (ambos solteros)?:



En primer lugar, en los manuscritos en griego de Mateo 5:32; 15:19; 19:9; y Marcos 7:21; 10:11-12, se distingue claramente cuando Jesús se refiere a casos de adulterio, (moicao moicavw) o a otros de fornicación, (porneiaporneiva). Y de hecho, en el pasaje examinado, (Mateo 19:9) encontramos a estas dos palabras, definiendo con precisión los estados a los cuales Jesús se refería. Por este motivo la calificación, tanto para el repudiado como para el que repudia, por cualquier otra causa si se casare nuevamente, es de adulterio aplicando asimismo esta calificación al nuevo cónyuge.



En segundo lugar, porque la causa invocada por los mismos fariseos, es el permiso excepcional que Moisés había otorgado según Deuteronomio 24:1-2. Y cuando Jesús precisamente hace referencia al mismo, lo llama, “por causa de fornicación”, (porneiaporneiva). Y aunque explica que es por la dureza del corazón que Moisés autorizó dar carta de divorcio, no llama adúltera/o a quienes participando de tal caso, se casen nuevamente.



Un caso análogo:



Mateo 1:18-25 18El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. 19José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. 20Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. 21Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. 22Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: 23 He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo. Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. 24Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. 25Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS.

Lucas 1: 26Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, 27a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María…. 30Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. 31Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS…. 34Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón.



El desposorio en el pueblo judío, era un compromiso formal de gran connotación social; eran dos que se habían comprometido a formar una familia, (con promesa) sin que aún se hubieran unido en una sola carne, (antes que se juntasen). Cuando José descubrió la condición de María, (embarazada) dio por sentado que ella le había sido infiel. Por lo cual quiso despedirla secretamente.



Un posible testimonio de la afectación social que tuvo este caso, es la discusión de los fariseos con Jesús acerca de la filiación de cada uno. Ver Juan 8:39-42.



Juan 8: 39Respondieron y le dijeron: Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: Si fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais. 40Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham. 41Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Entonces le dijeron: Nosotros no somos nacidos de fornicación; un padre tenemos, que es Dios.



Otro ejemplo:



La reprensión que Juan el Bautista pronunció frente a Herodes el tetrarca por su matrimonio, (adúltero e incestuoso) con quien fuera mujer de Felipe, (su hermano).



Marcos 6: 17Porque el mismo Herodes había enviado y prendido a Juan, y le había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano; pues la había tomado por mujer. 18Porque Juan decía a Herodes: No te es lícito tener la mujer de tu hermano.



Lucas 3:19Entonces Herodes el tetrarca, siendo reprendido por Juan a causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano,



En tercer lugar, porque en el mismo versículo de Mateo 19: 9Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera. Se menciona dos veces la palabra adultera y una vez la palabra fornicación. Dejándonos una pregunta. ¿Cómo pues, pudieron haber interpretado durante siglos los traductores, en una misma frase, dos significados distintos, si la palabra utilizada hubiera sido la misma, o si siendo diferentes hubiera existido alguna duda acerca de su exacto significado? En el análisis semántico, el sentido de esta frase desde el punto de vista sincrónico, permite ver con toda claridad que Jesús en su declaración, se refirió a dos estados perfectamente identificables tanto para sus interlocutores presentes, como asimismo para Mateo; escritor del evangelio y principal interesado en la cabal comprensión de su escrito, uno era pecado de fornicación y el otro, pecado de adulterio.



En cuarto lugar, porque si el caso de Moisés en el permiso excepcional al cual se referían hubiera sido de adulterio, su consentimiento constituiría una flagrante contradicción a la ley, ya que la misma sentenciaba que el adúltero y la adúltera debían ser muertos. Levítico 20: 10Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos.



Muchas versiones modernas y paráfrasis de la Biblia han modificado este principio, otorgando diferente significado a lo expuesto con anterioridad. Cambiando la palabra fornicación por “infidelidad conyugal”, “unión ilegal”, “sino por adulterio”, etc. Sentando un peligroso antecedente, ya que al ser las Sagradas Escrituras nuestra regla de fe, si estas se modifican en algo tan substancial, se desnaturaliza nuestro marco de referencia. Estableciendo un principio que, considerando su alto grado de permisividad, seguramente ha de influir muy negativamente, tanto en las consideraciones como en las decisiones y conductas de las futuras generaciones. (1º Timoteo 3:14-15; 2º Pedro 1:19-21)



c) Tercer argumento: “Absolución de la víctima inocente en casos de adulterio y otros”.



Algunos, partiendo de un sincero deseo de humana justicia y considerando que la ley instituía indefectiblemente la pena de muerte para el hombre y la mujer que cometían adulterio. (Levítico 20:10). Sostienen que como Dios es Justo, en tales casos se debe librar del pacto vitalicio a la parte ofendida y condenar al ofensor.



De este género, existen otras variantes con algunas coincidencias, estas generalmente basadas en la realidad o presunción de algún acto de injusticia. Por ejemplo cuando una de las partes decide abandonar unilateralmente a su cónyuge. O cuando se registran separaciones por trato violento o adicciones y hallaron a alguien con quien rehicieron la vida conyugal. En todo caso se actuaría condenando al considerado culpable, mientras tanto que la otra parte, como victima inocente, quedaría en libertad y habilitada para reiniciar un nuevo matrimonio. Todo esto en el presupuesto tácito de que Dios interviene corrigiendo la injusticia y otorgando una segunda oportunidad.



No obstante y aunque dicho criterio atendería un número importante de afectados por estas situaciones, simplemente no es lo que dijo El Señor. Y precisamente el cristianismo consiste en hacer lo que dice Jesucristo.



¿Por qué? Porque en primer lugar, Jesús en la cláusula de excepción, no dijo, salvo por alguna causa de injusticia, sino de fornicación y el ejemplo que utilizó lo corrobora.



En segundo lugar, porque eventualmente en el permiso otorgado por Moisés, (Deuteronomio 24:1-4) citado por los fariseos y aceptado por Jesús, como regla de excepción, bajo aclaración de que “en el principio no fue así”, (Mateo 19:1-9) No solo no se condena a la culpable de lo indecente, sino que además se le otorga la libertad de volver a casarse, 1Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa. 2Y salida de su casa, podrá ir y casarse con otro hombre.



Juan 8: 3Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, 4le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. 5Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? 6Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. 7Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. 8E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. 9Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. 10Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? 11Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.



En tercer lugar, porque el Señor nos manda a perdonar.

· Como Él nos perdonó. (Colosenses 3:13)

· Sufriendo el agravio. (1° Corintios 6:1-10; 1° Pedro 3:17)



En cuarto lugar, porque cuando los discípulos percibieron la gravedad de la situación y le dijeron que entonces sería mejor quedarse soltero, Jesús les respondió:



Mateo 19: 10Le dijeron sus discípulos: Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse. 11Entonces él les dijo: No todos son capaces de recibir esto, sino aquellos a quienes es dado. 12Pues hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que son hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos. El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba.



d) Cuarto argumento: “El supuesto empleo de la palabra (porneia porneiva) con su múltiple significado en el texto del evangelio según San Mateo. (Mateo 19:9)



Para el examen de este supuesto, seguramente nos serán útiles como fuente de información, los registros escritos, legados por algunos de los más importantes y antiguos historiadores del cristianismo.



Papías: (60-30 DC) Dice sobre el evangelio de San Mateo. “Mateo compuso su discurso en hebreo y luego cada cual lo tradujo como pudo”. Eusebio III 39. Historia Eclesiástica – Eusebio de Cesárea – Editorial Clie.



Ireneo: (c.140-202). Dice: Mateo sacó a luz entre los hebreos un evangelio…redactado en su propia lengua, cuando Pedro y Pablo se hallaban en Roma evangelizando y asentando los fundamentos de la iglesia. Eusebio V 8. Historia Eclesiástica – Eusebio de Cesárea – Editorial Clie.



Eusebio: (¿260?-¿340?) Comenta por su parte, Mateo, que en primer lugar predicó a los hebreos, cuando estaba por dedicarse también a otros, expuso por escrito su evangelio en lengua materna, sustituyendo de este modo por escrito su falta de presencia en medio de aquellos de los que se alejaba. Eusebio III 24. Historia Eclesiástica – Eusebio de Cesárea – Editorial Clie.



Orígenes: (c. 185-c. 254), teólogo y exegeta bíblico, uno de los más célebres autores de la Iglesia primitiva. Nació en Alejandría y fue educado en el cristianismo. Según Eusebio, VI 8 - se castró a si mismo para interpretar literalmente el pasaje de Mateo 19:12. El declara que el evangelio de Mateo, fue el primero en escribirse, estaba dirigido a los judíos que se convertían y fue escrito en hebreo. Eusebio VI 25. Historia Eclesiástica – Eusebio de Cesárea – Editorial Clie.



Aunque se podrían utilizar otros ejemplos y comentarios, sería redundar acerca del mismo testimonio, sobre todo teniendo en cuenta que las fuentes históricas de las cuales proviene la información, son siempre las mismas. Por lo cual podemos concluir que el evangelio según San Mateo, fue escrito en hebreo.



Otra conclusión razonable, es que siendo Mateo judío y habiendo escrito un evangelio dirigido a los judíos que se convertían, recurriese para desarrollarlo, a la lengua que les fuera propia, hebrea, sirio caldea o aramea, aún aceptando que éstas a su vez, tuviesen alguna influencia helenista. De todos modos, es incuestionable que si el propósito de un escrito es la comunicación inteligible del pensamiento. El escritor habrá arbitrado seguramente todos los medios, para asegurarse que la construcción del texto, al menos desde la perspectiva idiomática, fuese aquella en la que él mismo fuera más dúctil y descriptivo, teniendo a la vez en cuenta como favorecer gramaticalmente, a una mejor comprensión por parte de los receptores.



Por lo expuesto, es indudable que Jesús nunca utilizó en su respuesta la palabra (porneia porneiva) Y sí, en su lugar, algún vocablo o frase que en aquella lengua que les fuera propia, le permitiese tanto a él en el oficio de comunicador, como a su auditorio, dentro de una misma explicación, distinguir con precisión cuando se refería al pecado de adulterio y cual fuera la excepcional causa de fornicación por la que Moisés, había permitido dar carta de divorcio.



Como un aporte a la reflexión, sería conveniente observar que el objeto de la aclaración efectuada por Jesús, se refería concretamente al hecho de alguien que al casarse, hallaba algo indecente en la mujer. “Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente”. Y el relato de lo sucedido en sí mismo, es el que explica definitivamente lo que Jesús aclaró al decir “salvo por causa de fornicación”. De hecho no son muchas las cosas indecentes que se pueden encontrar en una mujer al tomarla por esposa y debería forzarse demasiado, una interpretación diferente.



e)Quinto argumento: Bautizar a los recién convertidos sin presentarles las demandas del reino de Dios o denunciar las irregularidades de su estado.



Generalmente este concepto se fortalece en la idea de que al bautizar en el día de pentecostés a unas tres mil personas, (Hechos 2:41). Se hacía muy difícil revisar el estado en el que encontraba la vida de cada uno de ellos.



Hechos 2: 41Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas.



Es posible que esto haya ocurrido, sin embargo y antes de aceptar una situación aparente o inferida, sería beneficioso contextualizar esta parte del relato.



Luego de que el apóstol Pedro explicara a la multitud los sucesos de pentecostés. (Hechos 2 14:35) Denunció:



Hechos 2:36Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo. 37Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?



Es evidente que en el auditorio hubo fe y convicción de pecado. A lo cual el apóstol respondió.



Hechos 2:38Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados;…. 40Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.



Este debe ser el modelo de contenido y forma habitual en la proclama. La fe, la convicción de pecado y el arrepentimiento, deben invariablemente preceder al acto de bautismo, el cual es precisamente, (según el modelo escritural) la consumación del debido proceso.



Otras consideraciones necesarias.



Hechos 17: 30Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; 31por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos.



Hechos 19: 18Y muchos de los que habían creído venían, confesando y dando cuenta de sus hechos. 19Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata.



Jesús predicó el evangelio del reino



Marcos 1: 15diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.



En todo caso, teniendo en las Sagradas Escrituras, tan clara expresión de la voluntad de Dios, remarcando el modo en que debemos establecer Su reino a través de la predicación del evangelio. Incurrir en ese tipo de conducta, sería un claro acto de desobediencia al modelo escritural.



Aunque todos podemos cometer errores de juicio en nuestra evaluación de los convertidos, el asunto no se trata de ser víctimas de engaño, sino en ser fieles en la proclama de la verdad, tal como fue establecida.



Hechos 9: 12Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres. 13También creyó Simón mismo, y habiéndose bautizado, estaba siempre con Felipe; y viendo las señales y grandes milagros que se hacían, estaba atónito.14Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan; 15los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo; 16porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús. 17Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo. 18Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero, 19diciendo: Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu Santo. 20Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero. 21No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios. 22Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizá te sea perdonado el pensamiento de tu corazón; 23porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás.



Finalmente y aun aceptando que en los primeros bautismos masivos se pudiera haber cometido alguna omisión o descuido. ¿Estamos autorizados a desvirtuar un principio, basándonos en la posibilidad de un error que nunca fue probado? ¿Sería conveniente para nosotros avanzar, convirtiendo el supuesto error, en una doctrina? ¿O convertiríamos a tal doctrina en un irreparable error?



10. CONCLUSIÓN O REFLEXIÓN?



La iglesia ha atravesado a través de toda su historia, diferentes espacios de tensión. Nuestro adversario el diablo no es un enemigo para desestimar, (1º Pedro 5:8). Algo que asombra del pueblo judío, es que siendo aquellos que Dios escogió para sí, cuando vino el que esperaban. se acercaron a Él una y otra vez para tentarle. Nuestra actitud al aproximarnos a diferentes situaciones y particularmente al Señor, es un factor condicionante de las conclusiones a las cuales arribemos.



Estamos en otra situación que seguramente también quedará registrada en la eternidad. En esta, el espíritu del anticristo también se encuentra operando. ¿Y cómo lo percibimos? En que el Espíritu de Cristo entregó todo…. “para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos”. De hecho, seguir a Jesús, siempre debe partir de la negación de nosotros mismos. ¿Qué propone el espíritu del anticristo? la realización de todos nuestros sueños. En el tiempo de Jesús en carne era fácil darse cuenta de quienes le seguían, hoy la debilidad de nuestra proclama y nuestra estructura funcional, permiten a muchos asistir a diferentes expresiones de culto sin seguir al Señor. Dios es el mismo siempre, la fe no consiste en lograr que Dios realice lo que creemos, sino en nuestra capacidad de creer lo que Dios Hace. (2ºPedro 1:1) Él continúa en Su Trono, guiando los pasos de un pueblo que redimido por la sangre del cordero, va de camino a reunirse con Su esposo. (Apocalipsis 19: 1-9) Es tiempo de prepararnos y preparar un pueblo que viva para Dios, sabiendo que Dios, ya entregó su vida por su tal pueblo.



1º Timoteo 3:14Esto te escribo, aunque tengo la esperanza de ir pronto a verte, 15para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad.



Textos utilizados de las Sagradas Escrituras: Antigua versión de Casiodoro de Reina (1569) Revisada por Cipriano de Valera (1602). Con revisiones de 1862, 1909 y 1960.







UNA ESTADÍSTICA REVELADORA ACERCA DE UNA REALIDAD AXIOMÁTICA

LA CRISIS EN LA INSTITUCIÓN MATRIMONIAL DE NUESTRA SOCIEDAD



(Tomado de una nota periodística publicada en la Revista Viva en la edición dominical del diario Clarín, de Bs. As.)



Números que hablan:



10,6 millones de personas casadas había en el país en 2001, según datos del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas. Diez años antes, en 1991, las personas casadas sumaban 11,1 millones.



3,9 millones de personas no pasaron por el Registro Civil y viven en estado de unión consensual, según las cifras del Censo 2001. Una década atrás, había 2,4 millones de personas en esa situación.



33,8 años es la edad promedio a la que se casan los varones en la Ciudad de Buenos Aires, según datos del Registro Civil. En 1970, la edad promedio era mucho menor: 28 años.



31,1 años es la edad promedio en que se casan las mujeres en la Ciudad de Buenos Aires, según el Registro Civil. En 1970, la edad promedio era de 25,9 años.



43% cayó la tasa bruta de nupcialidad en los últimos treinta años en la Ciudad de Buenos Aires. Pasó de 9,1 casamientos por cada mil habitantes en 1970 a 5,2 por cada mil en 2004. El fenómeno se repite en cada provincia del país: la tasa de nupcialidad en la Argentina es de 3,2 por mil.